La familia de Bukele ha sido una parte esencial durante su investidura: su esposa y sus dos hijas, Layla y Aminah.
Layla Bukele, la hija del presidente de El Salvador, fue la otra protagonista durante la toma de posesión de su padre este sábado.
La menor mandó un mensaje a los salvadoreños que acudieron afuera del Palacio Nacional para escuchar a Nayib Bukele, quien inicia un segundo mandato consecutivo pese a la prohibición constitucional.
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“Hola a todos. Les quiero mucho”, dijo Layla desde los brazos de su madre, la primera dama Gabriela de Bukele, mientras que su padre, Nayib Bukele, le acercaba el micrófono sonriente previo a su discurso.
Así, la hija mayor del presidente salvadoreño fue aplaudida por las personas que aglomeraban la histórica plaza cívica, en el corazón de San Salvador.
A su vez, la pequeña se mantuvo firme al hacer el gesto del saludo militar -la mano recta sobre la frente- durante todo el desfile del Ejército, el primero en una toma de posesión presidencial en la era democrática salvadoreña.
La familia de Bukele ha sido una parte esencial durante su investidura: su esposa y sus dos hijas, Layla y Aminah, lo acompañaron durante todo el acto, inclusive cuando dio sus palabras de proclamación.
El presidente salvadoreño no dudó en nombrar a su esposa en el discurso con cierto humor.
“Gabriela es la mejor primera dama en la historia de nuestro país, trabajando por la niñez, las mujeres embarazadas, la educación, la salud y la cultura. Y encima tiene que encontrar fuerzas para aguantarme a mí. Te amo mi amor”, dijo Bukele.
Acto seguido, le dio un tímido beso frente a la marea de gente que aplaudía sin cesar a la pareja presidencial.
“Quiero agradecer a mi esposa, Gabriela. Además de ser una gran esposa es una increíble madre de nuestros más grandes tesoros, Layla y Aminah; también encuentra tiempo para ser la mejor primera dama”, agregó Bukele.
Bukele tomó posesión como presidente de El Salvador para los próximos cinco años (2024- 2029) en un polémico segundo mandato consecutivo, al convertirse en el primer mandatario de la democracia salvadoreña en ser reelegido para otro periodo consecutivo a pesar de que lo prohíbe la Constitución.
Antes de Bukele lo hizo el dictador y general Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944), que dejó el poder solo después de una huelga general.
Bukele, un empresario de la publicidad de profesión, centró su discurso de investidura del segundo mandato consecutivo en prometer “sanar” la economía tras curar el “cáncer” de las pandillas.