Batoclimab para Miastenia gravis generalizada, ha mostrado mejoría

(Yan C et al. JAMA Neurol 2024 Mar 4)

El tratamiento para Miastenia gravias generalizada con inhibidores del fragmento Fc del receptor neonatal (FcRn), ha mostrado mejoría. La FDA ya aprobó efgartigimod y rozanolixizumab para el receptor neonatal del fragmento cristalizable, lo que resultó en disminución de los anticuerpos potencialmente responsables de la alteración de la placa neuromuscular, lo que explica la debilidad muscular.

El batoclimab, anticuerpo monoclonal, se probó en estudio doble ciego, multicéntrico, en China; incluyeron 131 pacientes de 44 años en promedio de edad, con anticuerpo positivo para el receptor de acetilcolinesterasa (AChR) y/o anticuerpo contra la cinasa músculo-específica (MuSK), con 6 inyecciones subcutáneas semanales. Los pacientes sometidos al anticuerpo monoclonal tuvieron mejor tasa de respuesta (3.45 veces más), con algo de edema y un poco más de infecciones respiratorias no graves, como eventos indeseables.

¿Puede una hamaca ayudar al neonato?

Revisión sistemática
(Almaraz-Aguilar OD y col. de la . Facultad de Medicina UASLP, y del Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”)

Las hamacas son un elemento distintivo de la cultura mexicana, utilizadas por civilizaciones mayas y aztecas. Su uso se extendió en el sur de México y se convirtió en parte esencial del mobiliario local. Tradicionalmente usadas para el descanso, podrían tener un impacto positivo en la salud neonatal hospitalaria.

Las hamacas permiten la posición semirreclinada y distribuyen uniformemente la presión, lo que podría mejorar el bienestar de los neonatos.

Se incluyeron estudios clínicos aleatorizados, de cohortes y de casos y controles. Se realizaron búsquedas en las bases de datos PubMed, Web Of Science y Ovid con los términos “hammocks” e “infants”.

Las hamacas promueven un estado relajado al simular el entorno intrauterino, reducen el estrés y el gasto energético; su uso en bebés prematuros produce mejor ciclo de sueño-vigilia y mejora la madurez neuromuscular. A corto plazo, además de reducir el estrés, son cómodas; a largo plazo previenen deformidades físicas como plagiocefalia y favorecen el neurodesarrollo.

Dado que pueden disminuir la saturación de oxígeno y causar pausas respiratorias, se recomienda su uso bajo vigilancia en recién nacidos pretérmino de entre 31 y 36 semanas de gestación, sin complicaciones, en esquema de 3 horas diarias por 10 días.

Síndrome de la hermana mayor
(Pearson C. New York Times)

En un video de TikTok visto más de seis millones de veces, Kati Morton, una terapeuta familiar y de pareja de Santa Mónica, California, hace una lista de las señales que, según ella, pueden ser indicadores del “síndrome de la hermana mayor”.

Entre ellos se incluyen: la profunda sensación de responsabilidad hacia la familia, la tendencia a complacer a la gente y un resentimiento hacia sus hermanos y padres.

Las hijas mayores están en el centro de la atención, al menos en internet, con memes y artículos de opinión que dan una sensación de reconocimiento a las hermanas mayores responsables y abrumadas de todas partes. Pero incluso los profesionales de la salud mental como Morton ―quien es la menor de su familia― alertan contra darle demasiada atención a la psicología del orden de nacimiento de los hermanos y a la idea de que eso moldea la personalidad o los resultados a largo plazo.

El síndrome de la hermana mayor, no es un diagnóstico de salud mental, puede tener tanto que ver con las normas de género como con el orden de nacimiento. “Todos buscan comprenderse a sí mismos y sentirse comprendidos”.

Los hijos mayores son confiables y tienen grandes logros; los de en medio son sociables y rebeldes (e ignorados) y los menores son encantadores y manipuladores.

En estudio alemán, de Reino Unido y de EEUUA de 2015 con más de 20,000 personas, no se observó ningún vínculo entre el orden de nacimiento y las características de personalidad, aunque los investigadores sí hallaron pruebas de que los hijos mayores tienen una pequeña ventaja de coeficiente intelectual.

En estudio a gran escala, también publicado en 2015, que incluyó a más de 370,000 estudiantes de escuela secundaria en Estados Unidos, se revelaron pequeñas diferencias y sin relevancia, de personalidad e inteligencia; las prácticas culturales, como la herencia de propiedades o negocios (que pueden pasar al primer hijo), afectan la manera en que el orden de nacimiento influye sobre la dinámica familiar y la función de los hermanos.

Las creencias familiares de la manera en que supuestamente les afecta el orden de su nacimiento y cómo este podría seguir interviniendo en su vida sentimental, sus amistades y su trayectoria profesional, son difíciles de cambiar.

Los especialistas reconocen que es casi irrelevante el hecho de que haya o no pruebas de que el orden de nacimiento determina los rasgos de personalidad.