La directora de cine mexicana murió a sus 80 años en San Francisco
El domingo 21 de abril falleció la reconocida cineasta mexicana Lourdes Portillo a los 80 años, quien dejó un legado invaluable a través de su extensa obra centrada en la exploración de las experiencias latinoamericanas, mexicanas y chicanas, especialmente en temas de justicia social.
La activista, cuya carrera se extendió por varias décadas, fue un faro de inspiración para numerosos cineastas y defensores de los derechos humanos dentro y fuera de la comunidad hispanohablante.
Lourdes Portillo nació el 3 de junio de 1944 en Chihuahua, México. Es ampliamente reconocida por su trabajo documental, el cual aborda temas sociales y políticos relacionados con la comunidad latina, principalmente en Estados Unidos y México. Su estilo combina elementos de investigación periodística con narrativas personales, lo que le permitió explorar las complejidades de los temas con una perspectiva íntima y crítica.
Una de sus obras más destacadas es “Las Madres de la Plaza de Mayo” (1986), un documental co-dirigido con Susana Muñoz, que retrata la lucha de las madres argentinas que se manifestaron contra la desaparición forzada de sus hijos durante la dictadura militar en Argentina. Este trabajo le valió reconocimiento internacional, numerosos premios y una nominación al Óscar en 1987 dentro de la categoría de mejor documental.
En 2001, Portillo dirigió “Señorita Extraviada”, un documental que investiga los feminicidios en Ciudad Juárez, México, exponiendo tanto la magnitud del problema como las fallas en las investigaciones oficiales. Este documental es considerado un referente en el cine documental.
