El pueblo debe dar una lucha política para conquistar el poder de México: Aquiles Córdova

Más de15 mil antorchistas festejaron 38 años de la fundación de la primera colonia antorchista en Ixtapaluca, Estado de México

El pueblo organizado y educado debe dar una lucha política para conquistar el poder político de México y como gobierno cambiar la economía y la política del país en beneficio de toda la población; los trabajadores, “para hacer valer su inmenso poder, de masa gigantesca, necesitan estar politizados; hay que llevar la voz de Antorcha por todo el país para que el pueblo sepa que puede y debe gobernar; y con el poder del Estado en sus manos cambiar el destino de los pobres de México”, aseguró Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional, ante 15 mil mexiquenses en el acto político-cultural del 38 Aniversario de la colonia “Cerro del Tejolote”, en Ixtapaluca, Estado de México.

En evento realizado en la que fuera la primera colonia antorchista, hoy ejemplo por todo lo que ha logrado para sus habitantes, Córdova Morán dijo que Antorcha no organiza a los mexicanos sólo para conquistar demandas como vivienda, electricidad, aguas potables, etc., que son derechos que tienen los mexicanos y que en muchos casos se han logrado con intensas luchas, sino también para lograr la educación y organización del pueblo, porque las demandas inmediatas mejoran la vida de la gente, la hace menos dolorosa, pero no resuelve el fondo del problema.

Explicó que en México y el mundo el sistema económico está organizado de tal forma que unos trabajan y otros se llevan la riqueza; pero remarcó que “la riqueza de los pueblos y de las naciones no es el dinero, sino los bienes materiales que el hombre necesita para conservar su vida, hacerla más agradable, menos dolorosa y con menos privaciones. La riqueza es el pan, el maíz, el trigo, la ropa, los zapatos; es lo que se come, se usa y se viste, que produce el pueblo trabajador y que necesita para vivir”,

Recordó que en la economía capitalista se ha creado una “mercancía” (el dinero), con el que se compra todo; pero el dinero no lo produce el pueblo y sí se le hace creer que la riqueza social no la produce él, sino los banqueros y los señores que manejan la máquina de hacer billetes. Un capitalista que tenga una fábrica de zapatos no se podría llevar a su casa todos los zapatos, no podría acumular la riqueza en forma de zapatos; pero si cambia sus mercancías por dinero, el dinero sí se lo puede llevar a su casa; esa es la función y el “gran milagro” del dinero, que le quita de las manos al trabajador la verdadera riqueza y a cambio le da dinero, oro o papel, que no se puede comer.

“Los capitalistas se llevan la riqueza a su casa y con ese dinero vuelven a comprar lo que necesitan para volver a explotar a la gente. Por eso se produce el fenómeno que es el verdadero problema de los pueblos: los ricos acaparan la riqueza que no producen y se la quitan al trabajador mediante el truco de cambiársela por dinero; la gente se queda con unos cuantos pesos que no le alcanzan para nada”. El sistema está pensado para eso; los ricos y poderosos gobiernan a la sociedad a su antojo y la mantienen en la insalubridad, en la pobreza, sin vivienda, en la ignorancia, sin servicios; “con no darle a la gente lo que necesita se hacen ricos, en esto también tiene que ver el gobierno. Así se forma un puñado de ricos y un gobierno demagogo que está a su servicio; por otro lado, hay una inmensa muchedumbre de pueblo pobre que no tiene asegurada ni la comida del día siguiente.”

Para acabar con la pobreza necesitamos una fuerza poderosa que mueva la palanca social en el sentido que el pueblo lo necesita; una fuerza que venza el dinero y al poder público que tiene al Ejército y la policía, los jueces y los demagogos que engañan: ese poder y fuerza es el pueblo. “En México hay 95 ó 100 millones de pobres. Si este inmenso ejército se levanta y se pone en pie de lucha puede mover al cielo y a la tierra”, aseguró el líder atorchista.