(Vídeo) Un pequeño ahuehuete con pocos años pero gran historia comienza su vida en la Alameda

Jaime Alonso Muñiz, encargado de preservarlos compartió que el arbolito es familiar del árbol de la noche triste; lamentó los actos de vandalismo y delincuencia recurrentes en el jardín.

En medio del abandono en la Alameda Juan Sarabia, un pequeño ahuehuete con pocos años pero una interesante historia de tras, comienza su vida dentro de dicho jardín, en donde le acompañan otras especies de gran antigüedad.

Jaime Alonso Muñiz, Ingeniero en Agroecología, egresado de la Segunda Generación de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UASLP, quien lleva 24 años de servicio encargándose de preservar y dar mantenimiento a las especies naturales que albergan dicho espacio, compartió en una entrevista que el pequeño ahuehuete cuyo nombre científico es Taxodium Mucronatum, es descendiente del famoso “Árbol de la Noche Triste”.

 “Árbol de la Noche Victoriosa” o “Noche Triste” es un ahuehuete de más de quinientos años que se encuentra en la calzada más antigua de Latinoamérica, llamada originalmente Tlacopan, actualmente la calzada México-Tacuba, en la Delegación Miguel Hidalgo.

Explicó que el pequeño arbóreo tiene 8 años viviendo en la Alameda Juan Sarabia y que fue donado por una persona que reside en el Barrio de San Miguelito; por ello contó que en un principio estaba previsto que la especie fuera colocada en el Jardín de San Miguelito, sin embargo finalmente fue plantado en la Alameda, puesto que el espacio tenía mejores condiciones para garantizar que el árbol pudiera desarrollarse.

“Se acercó un vecino de San Miguelito, no recuerdo el nombre completo, ya hace más de 9 o 10 años y comentó que tenía un árbol que le habían regalado, que era descendencia del Árbol de la Noche Triste de Ciudad de México. Entonces estuvimos platicando con él, él tenía el certificado de autenticidad de donde se lo regalaron”, contó el ingeniero.

Detalló que el árbol pertenece a la tercera generación del Árbol de la Noche Triste, ya que del original desciende este “hijo”, que el Gobierno de la Ciudad de México en su momento, regaló al gobierno de la Ciudad de Dolores Hidalgo y fue plantado en el Jardín principal de dicha ciudad con su placa de autenticidad respectiva.

Más tarde del arbóreo de Dolores Hidalgo, es de donde vendría el pequeño árbol que fue plantado en la Alameda Juan Sarabia.

“Este árbol viene de Dolores Hidalgo en Dolores Hidalgo, el árbol nace y a este señor de San Miguelito, quien tenía un contacto por ahí, se lo regalan sin ningún protocolo. Entonces él quería que se plantara en San Miguelito, pero ahí, hay un poco más de problemas de espacio y de agua y optamos por traerlo aquí a la Alameda”, agregó el experto.

Dijo que antes de que la especie fuera plantada en el jardín de la Alameda, lo trasladaron a un vivero en donde estuvo un año y medio en observación y cuidado para que pudiera desarrollarse y asegurar su vida al ser plantado en la Alameda. “Va muy bien, de 40 cm que medía ahora mide más de 1 metro y 20 centímetros, está en muy buenas condiciones, hemos cuidado mucho de él”, continuó el señor Jaime Alonso.

Al ser un árbol especial por su descendencia, Jaime Alonso dijo que cuando recién fue plantada la especie, tuvo su placa conmemorativa que además comprobaba su autenticidad, sin embargo esta no duró, pues fue robada del jardín.

“Desafortunadamente se llevaron la placa, entonces ahí quedó nada más, ahorita no hemos puesto nada más porque desafortunadamente se la vuelven a quitar. Tuvimos una de acrílico, pero también se rompió y optamos por dejarlo así; ya en algún tiempo veremos la opción de poner algo que lo identifique para que la gente pueda saber que tenemos un descendiente del árbol de la noche triste en la ciudad”, agregó.

Finalmente lamentó la delincuencia que se vive diariamente en la Alameda Juan Sarabia y el vandalismo en contra de las plantas y árboles de la zona, pues dijo que en algunas ocasiones, pirómanos han hecho de las suyas incendiando árboles.

“El vandalismo a los árboles se ha dado aquí en la Alameda, de lo más reciente que tuvimos en cuanto a vandalismo, fue que prendieron un árbol, por ahí un árbol, tenía un hueco, le prendieron una fogata y se quemó al final de cuentas”.

“Los árboles son resientes, vuelve a brotar, lo podamos y volvió a brotar y ahí está fue más que nada la maldad, y algunas veces cuando tenemos árboles pequeños se los roban se los llevan pero volvemos a lo mismo, ojalá ellos los cuiden; pero pues es muy sencillo pedir que les regalemos un árbol y se los damos para evitar ese tipo de situaciones y tener nuestras áreas verdes bien forestadas”, concluyó el entrevistado.