Reflexiones Buena Nueva

Tercer Domingo de Pascua – Ciclo B (Lucas 24, 35-48) – Abril 14, 2024
Hechos 3, 13-14.17-19; Salmo 4; 1 Juan 2, 1-5

La liturgia del Tercer Domingo de Pascua, es un llamado a abrirnos a la paz que nos trae la Resurrección:

Evangelio según san Lucas 24, 35-48

Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: “No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo”. Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: “¿Tienen aquí algo de comer?” Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.

Después les dijo: “Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”.

Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”.

Reflexión:

¿Cómo ser promotor y testigo de Paz?

Al igual que les sucedió a los apóstoles, después de la muerte de Jesús, quienes tuvieron miedo y se “escondieron” por miedo a que ellos fueran “los siguientes en la lista” (y que, de hecho, así fue), nos puede pasar a nosotros, ante lo que estamos viviendo en la actualidad, con la polarización social e inseguridad desatada a lo largo y ancho del país.

De igual manera, como ellos, tenemos que estar atentos para reconocer la presencia del Resucitado entre nosotros, quien también hoy, nos dice: “La paz esté con ustedes”.

Esta paz que nos desea Jesús Resucitado, no es mágica, ni se dará de manera espontánea; hay que ponernos a trabajar, “ser artesanos de paz”, ser testigos del amor fraterno que nos ha enseñado el mismo Jesús. Nos toca, a cada uno y como sociedad, reconocer que, nuestras “fallas” (pecados de obra u omisión) e “ignorancia” (falta de conocimiento), contribuyen a la falta de paz, armonía y justica en la sociedad, por lo que necesitamos “arrepentirnos y convertirnos, para que se les perdonen sus pecados” , y así alcanzar la anhelada paz(cfr. Hechos 3, 13-14.17-19).

La Buena Nueva de Jesús es, que es posible ser felices y tener vida abundante, en cuanto aprendamos a convivir y relacionarnos fraternalmente entre nosotros. Los “mandamientos”, guías de convivencia, que nos da Jesús, son muy simples: “El primero, ‘escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay mandamiento mayor que estos” (cfr. Mc 12,28-31).

Como cristianos, seguidores de Jesús, tenemos que ‘poner en práctica’, ‘vivir’ y ‘cumplir’, los mandamientos, y así, nos “reconocerán que estamos unidos a él” (cfr. 1 Juan 2, 1-5). Necesitamos que se nos “abra el entendimiento”, para comprender el mensaje de Jesús, y como los apóstoles, salir y con valor, anunciar y dar testimonio de que “la paz” es posible si “pierdo el miedo” y trabajo para que sea una realidad.

Como ejemplo, el #DialogoNacionalPorLaPaz (https://dialogonacionalporlapaz.org.mx), es un movimiento formado por personas decididas a construir la paz en México; compuesto por jóvenes, mujeres, hombres, víctimas de la violencia, pueblos indígenas, trabajadores, adultos mayores y representantes de comunidades de todo el país, con el propósito común: fortalecer nuestras comunidades desde su propio corazón. En este movimiento participan iglesias, sociedad civil, víctimas, indígenas, migrantes, universidades, empresas y colectivos que se unen para identificar necesidades y recursos locales, desarrollando estrategias conjuntas desde los territorios y comunidades. Súmate al diálogo.

En San Luis Potosí, estamos tejiendo la red estatal por la paz, y hemos comenzado la segunda etapa con los Conversatorios de acción por la paz; para más información de cómo participar, visita la página, www.dnp-slp.org.

¿Cómo reconocer en mi vida a Jesús Resucitado?… ¿Cómo enfrentar las adversidades de la vida, guiados por el Resucitado? … ¿Qué hacer para contribuir a la paz que nos desea el Resucitado?

Alfredo Aguilar Pelayo
alfredo@ccrrsj.org

RecursosParaVivirMejor

www.ccrrsj.org

Para profundizar, leer aquí.
Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP