Población costera con mucha historia

Esta población llegó a ser el puerto más importante de la península.
Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, fue puerta de entrada y salida de una gran variedad de productos, especialmente el henequén.
Tiene agradables playas y un exótico escenario natural que lo convierten en el lugar perfecto para relajarse. La arena es blanca, el agua que baña sus orillas es verde y de poco oleaje, ideal para nadar o dar un paseo en lancha.
Es hogar de una gran variedad de aves migratorias, como el pato canadiense y son famosos sus bellos atardeceres.
Hay algunos restaurantes informales que ofrecen deliciosos platillos a base de pescado y mariscos frescos.
Cuenta con fortificaciones edificadas para protegerse de los ataques piratas y algunas otras edificaciones históricas como: la Aduana Marítima, el Fuerte de Santiago “El Castillo”, el Faro, La casa de la emperatriz Carlota Amalia y los cañones ubicados en el parque central.