Marcelo y Claudia ante la “amenaza” de Donald Trump para México

Marcelo Ebrard conoce a Donald Trump y Donald Trump conoce a Marcelo Ebrard. A nosotros lo que nos interesa es México y los mexicanos y no podemos dejar de observar que cada día que pasa el señor Donald Trump (DT) va dejando de ser una amenaza para convertirse en una realidad muy predecible y compleja para el mundo, para los Estados Unidos de Norteamérica y los estadounidenses y, por supuesto, para nuestro país y nuestra nación. Según el diccionario de la lengua española, la definición de amenaza es “dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien” y uno de los sinónimos de amenaza es la palabra intimidar que significa “causar o infundir miedo, inhibir”; por tanto, y de acuerdo con los antecedentes de la realidad histórica, tanto la amenaza como la intimidación son partes sustantivas del estilo personal de hacer política del DT quien el sábado pasado arrasó en las elecciones primarias del Partido Republicano en el estado de Carolina del Sur y ese hecho lo ubica en ruta clara de consolidarse como el candidato formal a la presidencia de ese país y enfrentar al actual presidente Joe Biden (JB), candidato del Partido Demócrata. Si bien es cierto el gobierno mexicano ha logrado transitar de una mejor manera con JB, menos estridente, que cuando gobernaba DT, lo que importa es advertir que en esta ocasión los efectos de la amenaza DT son de alcances mayores y de repercusiones inmediatas no sólo por la alta probabilidad de que gane en las elecciones de noviembre sino porque estamos viviendo campañas políticas presidenciales concurrentes y el discurso de campaña está impactando e impactará más las relaciones todas que tenemos con el país vecino, primer potencia mundial y principal socio comercial nuestro.

Todo en este año 2024, tanto en Estados Unidos de América como en México, tiene que ver con las elecciones y con ganar la simpatía de los ciudadanos. Donald Trump dejo de ser una amenaza para México y paso a convertirse, otra vez, en una realidad que ya nos afecta negativamente y que promete ser muy beligerante en sus juicios para con nosotros; su posicionamiento al alza y las preferencias electorales de DT que proyectan un resultado muy parejo han propiciado un reciente endurecimiento de las posturas del actual gobierno de JB ante, por ejemplo, los temas migratorios y del tráfico de drogas, particularmente el fentanilo que ha causado miles de muertos en Estados Unidos en el último año. Claudia Sheinbaum arrancará campaña el 1 de marzo próximo y seguramente fijará en el corto plazo su postura política con respecto a la relación bilateral.

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Lo que si podemos decir hoy es que al único mexicano que le ha tocado negociar con DT y con JB es a Marcelo Ebrard y es él quien como Canciller del actual gobierno  demostró su eficacia, inteligencia y patriotismo ante un negociador duro, ofensivo y enojado como lo fue Donald Trump en 2019 (cuando el 30 de mayo de ese año publicó un Twitter anunciando que aplicaría en diez días aranceles de 5% a todos los productos mexicanos y que el porcentaje podría subir hasta 25% en fases escalonadas hasta octubre de ese año). Hoy les toca a Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, PT y PVEM, y a Marcelo Ebrard, candidato y virtual Senador de la República por Morena, jugar un papel central y determinante para la defensa de los intereses nacionales.

Precisamente tratando el tema de la relación con EEUU y abordando la negociación arriba citada, en su libro “El Camino de México”, Marcelo nos revela su convicción personal y forma de actuar en el sentido de que el juego de la negociación es ceder lo menos y ganar lo más, y que en la negociación la victoria unilateral no es posible, y nos describe los momentos clave del episodio que vivió el gobierno mexicano en 2019 con lo de los aranceles que el gobierno norteamericano encabezado por DT amenazaba con imponer a México y cómo se logró sortear el momento y encauzar la relación entre ambos países a través de la firma del “Acuerdo Suplementario Estados Unidos -México”, documento que valida una negociación exitosa. Es importante recordar hoy eso momento porque sin duda ha sido una de las coyunturas políticas más delicadas de las últimas décadas en la relación bilateral y porque Marcelo Ebrard fue protagonista; también es relevante porque ahora Marcelo estará -a partir de septiembre- en el Senado de la República instancia  a la que constitucionalmente le compete de manera exclusiva analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal y aprobar los tratados internacional y las convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba (Artículo 76).

Estamos viviendo ya tiempos difíciles y se avizoran unos meses álgidos. En México le toca a la dupla Claudia-Marcelo- Marcelo-Claudia transitar la etapa de campaña con estrategia, inteligencia, prudencia y audacia para sentar las bases de una relación constructiva con el nuevo gobierno de Estados Unidos de América que asumirá funciones el 20 de enero de 2025. Se necesitan mujeres y hombres con visión de Estado, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard lo son.