El cinefotógrafo dijo sentirse ‘muy emocionado’ por competir por el Óscar y destacó que los otros nominados en su categoría han hecho un ‘excelente trabajo fotográfico’
México celebró la nominación al Oscar del mexicano Rodrigo Prieto. El cinefotógrafo fue mencionado, desde luego, en la categoría de Mejor Fotografía gracias a su labor en Los asesinos de la Luna, en la cual trabajó codo a codo con el director Martin Scorsese, y retrató con su cámara a talento como Lily Gladstone, Leonardo Dicaprio y Robert De Niro.
Dicho filme obtuvo nada menos que 10 nominaciones a los Oscar, por lo que todo el equipo de la película sin duda se dirigirá a los Premios de la Academia el próximo 10 de marzo con todo un ambiente festivo y de mucha realización.
De hecho, Rodrigo Prieto apunta que su nominación es precisamente una oportunidad para festejar no sólo con su equipo, sino con todas aquellas personas que compiten junto a él en la misma categoría. Así se lo contó a los medios:
“Esto no es una competencia, es una idea equivocada verlo así, porque no hay un puntaje como en el deporte. Aquí se trata de lo que opinan otros y eso está fuera de las manos de uno. Lo que busco es disfrutar la fiesta, compartir con los colegas, con los equipos de las historias y la gente con la cual trabajé en Los asesinos de la luna, y por supuesto también en Barbie”, dijo Rodrigo.
Rodrigo Prieto desde muy joven se interesó por la imagen en movimiento y por la luz en la lente, razón por la que acudió a Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) para realizar sus estudios. Si bien inició su carrera cinematográfica en el cine nacional, tuvo la fortuna de formar parte de aquella generación de creadores que capturó la atención del ámbito internacional gracias a filmes como Amores Perros (2000).
Su labor con la cámara y su capacidad para transmitir emociones con imágenes, que plasman tanto belleza como la otredad de los personajes, finalmente le consolidó en la industria de Hollywood. Su romance artístico y laboral con Martin Scorsese comenzó en El lobo de Wall Street (2013) y desde entonces no han roto la alianza.
En Los asesinos de la Luna, Rodrigo tuvo un doble reto: servir a las peticiones creativas del director, pero sobre todo involucrarse en la comunidad Osage para entender su cultura, respetar sus costumbres y saber plasmar lo mejor de dicho grupo en la película.
