Yanbu-. La Etapa 11 del Rally Dakar 2024 era una de las decisivas de la 46ª edición de la carrera más dura del mundo, puesto que el temor a las piedras y los pinchazos que se vieron el año pasado dejaron huella.
En este lugar, las opciones de Sébastien Loeb acabaron a las primeras de cambio, y doce meses después se repitió, puesto que el galo rompió el triángulo delantero derecho de su Hunter cuando estaba en mitad de una intensa pelea contra Carlos Sainz.
Precisamente era el madrileño quien comandaba la clasificación de la undécima especial en el primer punto de referencia, con medio minuto de ventaja con respecto a Guillaume de Mevius mientras era escoltado por los otros dos pilotos de Audi, el de Stéphane Peterhansel y Mattias Ekstrom, tercer y cuarto respectivamente, y con un minuto de colchón sobre su rival galo, que en ese momento todavía presentaba algo de lucha.
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El nueve veces campeón del WRC no quería rendirse, y se acercó a pocos segundos del español, recuperando lo perdido, y por delante de Lucas Moraes y Mathieu Serradori, al mismo tiempo que algunos de los Toyota del Overdrive Racing y del Gazoo Racing se intercalaban con los otros dos vehículos del fabricante germano. No obstante, en ese fatídico kilómetro 132, el piloto del Bahrain Raid Xtreme se quedó detenido esperando a las asistencias después de golpear una piedra y dañar el triángulo delantero derecho
