Cistoscopia: en qué consiste, riesgos y recuperación

En qué consiste una cistoscopia

La cistoscopia, también llamada «cistouretroscopia», es una de las intervenciones más utilizadas por los urólogos para el diagnóstico y el tratamiento de ciertas enfermedades que afectan a la vejiga y a la uretra.

¿Cómo se realiza este examen?

Para realizar la cistoscopia, es importante que el médico haya hecho antes una exploración física del paciente. Esta prueba se puede hacer en consulta o en el quirófano. La elección del lugar depende principalmente de si se utiliza anestesia general o no.

Posibles riesgos

La cistoscopia es una prueba invasiva, ya que implica introducir un cuerpo extraño en el cuerpo. Por eso, pueden aparecer una serie de complicaciones. Una de las más comunes es el dolor o las molestias tras el procedimiento.

Cómo prepararse para una cistoscopia

La cistoscopia es un procedimiento relativamente sencillo. No obstante, requiere tener en cuenta una serie de aspectos y consideraciones antes de realizarla. En los siguientes apartados te explicamos lo fundamental.

Qué esperar después de la cistoscopia

Tras hacer la prueba, el paciente debe permanecer en un área de recuperación durante al menos una o varias horas, sobre todo si se ha empleado sedación o anestesia general. Es fundamental esperar a que se pasen los efectos de la misma.