Desear es sinónimo de aspirar, de anhelar, de querer, de pretender, de ambicionar y de suspirar. Por su parte, un propósito es un ánimo o intención de hacer o no hacer, implica una determinación, una voluntad, un empeño para lograr algo.
Siempre que llega el final de un año y comienza uno nuevo escostumbre hacer una especie de balance y revisión de lo que vivimos, de los problemas que superamos, de lo que hicimos y de lo que logramos; también, es costumbre analizar lo que no hicimos, lo que dejamos de hacer y los pendientes que nos quedaron en el año que se va.
En el plano individual,es recurrente enfocar los propósitos en el futuro de los próximos 365 días por venir y hacer promesas, compromisos, en función de lo que creemos podemos hacer para mejorar nuestras vidas en los ámbitos personales, familiares y/o en nuestro ambiente laboral; en nuestro fuero interno, realmente sabemos lo que es necesario hacer para superar problemas, arreglar temas pendientes, ordenarnos y, en síntesis, intentar alcanzar nuestras metas. Si hacemos lo que nos proponemos a veces logramos avanzar y estar mejor.
Esa buena práctica de introspección personal y de enfoque en objetivos concretos es útil trasladarla a lo colectivo. Todos sabemos, aunque en muchas ocasiones no lo tengamos tan presente, que los grandes problemas de México impactan nuestra esfera laboral, familiar y personal; sin embargo, poco hacemos en realidad para insertarnos en las dinámicas colectivas, sociales y/o políticas que conlleven a enfrentar y remediar los asuntos públicos de los cuales somos (querámoslo o no) participes.
Viene el 2024 y ya sabemos que va a pasar: como siempre, vendrán las campañas y los políticos harán promesas para atraer la simpatía de los electores y, también como siempre, con toda seguridad entre el 60% y el 65% cumpliremos nuestra obligación y ejerceremos nuestro derecho de ir a votar.
La pregunta de fondo es si eso que ya sabemos que va a suceder será suficiente para atender los deseos del pueblo mexicano y si eso tiene posibilidades de traducirse en verdaderos propósitos colectivos e institucionales (políticas públicas eficaces y eficientes) que nos permitan avanzar como nación mexicana.
Salud y Bienestar son los buenos deseosconstantes e infaltables que de manera tradicional expresamos en estas fechas y aspiramos, queremos, anhelamos que nuestros seres queridos, familia y amigos, estén saludables y tengan las condiciones necesarias para vivir bien y con tranquilidad.
Pero es importante aquí traer a la reflexión colectiva que la historia de las últimas décadas ya nos dice que muchos de nuestros deseos de Salud y Bienestar quedarán frustrados o se verán más deteriorados si no le ponemos acción colectiva.
Aunque no es materia de esta colaboración poner sobre la mesa los datos de la realidad que vivimos, solo como muestra exhibimos el botón de la salud mental de los mexicanos que es un tema poco explorado y en el cual vamos muy rezagados. Se dice que no hay salud sin salud mental y es totalmente cierto.
Bueno pues se estima que los trastornos de ansiedad y depresión aumentaron 25% (OMS; OPS, 2022) y que en México después de la pandemia se duplicó la prevalencia de depresión respecto de 2019 (datos de la SSA, 2023). El doctor Marcelo Valencia, Investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente (INPRF) reportó que 25 por ciento de las personas entre 18 y 65 años presenta algún problema de salud mental, y solo tres por ciento busca atención médica.
En el mundo, los trastornos mentales afectan a casi 450 millones de personas dentro de los cuales la depresión, bipolaridad y esquizofrenia son las más comunes; estos trastornos se manifiestan a través de la culpa, apatía, melancolía, tristeza, ansiedad y pérdida de interés, eso dicen los expertos. Tenemos los mexicanos un verdadero problema en la salud mental que está ya afectando a muchos de nuestros familiares.
Así como la salud mental están los datos sobre inseguridad y violencia; oportunidades y condiciones laborales; acceso, oferta y calidad de la educación; infraestructura hospitalaria y atención médica en el país; expectativas de los jóvenes; desigualdad y falta de equidad de género en todo el territorio nacional; en fin, hay muchos temas que nos competen y que requieren de una atención sólida de conjunto.
Pasemos de los buenos deseos individuales a los propósitos colectivos que tenemos como nación mexicana. Hagamos que la prosperidad deseada llegue para el 2024 con acciones de unidad nacional y poniendo la acción individual de compromiso comunitario que nos demanda México. ¡Feliz Año 2024 a todos!
