¿Cómo evitar estancamientos en la relación de pareja?

El estancamiento en la pareja es una situación desagradable en la que ninguno de nosotros nos queremos encontrar.

La falta de ilusión, las dudas sobre si continuar con la relación, el aburrimiento, el hartazgo o sentir que hay un vacío en nuestra vida. Esto es el estancamiento.

En muchas ocasiones, la tristeza y la frustración de sentir todas estas emociones negativas nos hace romper el vínculo con la otra persona porque realizamos una comparativa con el amor romántico que tantas veces hemos visto en las películas.

Esa pasión arrolladora, esa vida emocionante que tan divertidos hace nuestros días. Todo esto no es real.

Las responsabilidades, los problemas y las preocupaciones afectan a la relación. Pero hay algo todavía más importante que es cuando la fase del enamoramiento se diluye.

Dejamos de sentir las mariposas, no hay casi nada nuevo por descubrir y empezamos a aburrirnos.
¿Cómo es una relación estancada?:

No apetece hacer planes: ni de ir a dar un paseo, tampoco ir a comprar juntos. No hay ganas de planificar unas vacaciones.

Este es un momento clave que alerta de que hay un problema de estancamiento, monotonía y aburrimiento.

Falta pasión: el sexo es una parte importante de las relaciones de pareja. Aunque pueda disminuir con el paso de los años, la pasión se puede manifestar de muchas formas. Desde besos, abrazos, cercanía o necesidad de tener contacto físico.

La comunicación está ausente: la falta de ganas puede trasladarse al plano de la comunicación. ¿Hemos empezado a callarnos las cosas? ¿No sentimos la necesidad de compartir cómo nos ha ido el día? Entonces, hay un problema.

Consejos para evitar estancamientos:
1. Hablar con la pareja sobre lo que ocurre: A lo mejor a la otra persona le está pasando lo mismo y ¡no nos hemos dado cuenta! Dar el paso y ser sinceros es esencial. Además, seguro que nuestra pareja puede proponernos un plan (como una escapada de fin de semana). Hay ideas que no se nos han ocurrido, pero que a la otra persona puede que sí.

2. Esforzarse por hacer planes: Las creencias románticas sobre que el amor lo puede todo no son reales. Toda relación de pareja conlleva un trabajo, es decir, que hay que esforzarse por comunicarnos con el otro, llegar a acuerdos, tomar decisiones y hacer planes si notamos que nos estamos relajando.

3. Pensar en lo que nos une: Sentarnos y ponernos ante un papel en blanco puede ser interesante para plasmar todo aquello que hemos olvidado. ¿Qué es lo que nos llamó la atención de nuestra pareja, qué nos enamoró de ella? ¿Por qué continuamos con esa persona? ¿Nos dirigimos al mismo lugar?

4. Ir a terapia de pareja: A veces, no podemos resolver lo que nos sucede sin ayuda. Al igual que vamos al psicólogo de manera individual, podemos ir a terapia de pareja para evitar estancamientos o resolverlos si nos hemos dado cuenta de que la situación no avanza. Hay muchos profesionales dispuestos a contribuir.