La necesidad de calorías y nutrientes varía con la edad. De manera particular, la alimentación después de los 60 años puede ser un poco diferente, pues los adultos mayores requieren menos calorías, pero más vitaminas y minerales.
- Carnes magras: Se recomienda más consumo de aves y pescados que carnes rojas.
- Huevos y lácteos: El yogur, además, contiene probióticos. Sin embargo, no hay que excederse con los quesos, ya que la mayoría son altos en sal.
- Granos: No obstante, quienes sufren de gases intestinales deben ser moderados con algunos granos.
- Aceite de oliva: Tiene beneficios que van desde el control de peso hasta la prevención de enfermedades del corazón y alzhéimer.
- Aguacate: Es rico en antioxidantes y tiene vitamina E. Se considera beneficioso para la piel y el cabello.
- Omega-3 y omega-6: Aparte de ser buenas fuentes de proteínas, los mariscos y pescados son ricos en omega-3. Por su parte, los ácidos grasos tipo omega-6 se encuentran en el aceite de girasol y el de soja.
- Frutas: Las frutas son una buena fuente de fibra. Pero, además, son ricas en otros nutrientes, tales como vitamina C, vitaminas B1, ácido fólico y potasio.
- Cereales: Entre los cereales con mayor contenido de fibra se encuentran la cebada, avena, centeno, trigo o arroz integral, espelta, alforfón, mijo y amaranto.
- Alimentos con calcio y vitamina D: En la alimentación después de los 60 se deben incluir alimentos que contengan calcio, así como vitamina D. Esta ayuda en la absorción de dicho mineral.
- Fuentes de potasio: El potasio es un mineral esencial para el organismo. Se relaciona con la fuerza muscular, la presión arterial y el funcionamiento renal. Entre los alimentos que aportan más potasio se destacan plátanos, patatas y acelga, además de la col y la espinaca.