El talentoso pelotero mexicano, Luis Urías, ha dejado una marca indeleble en la historia de las Grandes Ligas tras conectar grand slams consecutivos en dos encuentros distintos, desde que fuera intercambiado de los Milwaukee Brewers a los Boston Red Sox en la fecha límite de canjes. Urías, originario de Magdalena de Kino, demostró su destreza en el diamante al lograr este impresionante hito en su nueva casa en Boston.
La gesta más reciente de Urías tuvo lugar en el enfrentamiento entre los Boston Red Sox y los New York Yankees, donde el infielder se unió a una selecta lista de jugadores que han alcanzado esta hazaña. En el primer juego de la serie contra los Yankees, Urías no tuvo participación, pero en el segundo partido, dejó su huella al conectar un grand slam en su primer turno al bate.
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El batazo impresionante llegó en el segundo inning ante una cutter de Gerrit Cole, viajando a una velocidad de 91.5 millas por hora. La pelota se elevó hacia el lado izquierdo del jardín central y voló hasta 404 pies del home, llevando a Jarren Duran, Pablo Reyes y Connor Wong a cruzar el plato. Este grand slam cambió la pizarra, dando una ventaja de 4-0 a los Red Sox, quienes finalmente ganaron el partido con un marcador de 8-3.
Los registros históricos confirman la magnitud de este logro. De acuerdo con Elias Sports Bureau, Luis Urías se convirtió en el octavo pelotero desde 1961 en conectar grand slams consecutivos. Esta lista exclusiva incluye nombres como Jim Gentile (1961), Jim Northrup (1968), Frank Robinson (1970), Robin Ventura (1995), Fernando Tatis (1999), Bill Mueller (2003) y Josh Willingham (2009). Lo que hace aún más memorable el grand slam de Urías es que lo logró como el noveno jugador en el lineup de los Red Sox, demostrando su capacidad para impactar en situaciones clave del juego.
El hito de Urías también revitaliza una rara hazaña dentro de la historia de los Boston Red Sox. Con su logro, el pelotero se convierte en el primero en conectar grand slams en juegos consecutivos desde 1940, cuando el legendario miembro del Salón de la Fama, Jimmie Foxx, lo logró en los enfrentamientos del 20 y 21 de mayo contra los Detroit Tigers.
