¡GANÓ MARCELO! Explicación con verdades irrefutables

Voy a adelantar el resultado que el partido Morena dará a conocer el miércoles 6 de septiembre y que se reflejará en todos los titulares de todos los periódicos del país y de varios en el mundo al día siguiente respecto al ganador de la encuesta que se levantará para “elegir” al coordinador de los comités de defensa de la cuarta transformación entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre próximos; es decir que, faltando aún 24 días para ese acontecimiento del anuncio oficial, puedo ya darles a conocer –sin tener bola de cristal y sin algoritmos rebuscados- que Marcelo Ebrard Casaubon será El Elegido.

Dice un dicho: Si camina como pato, nada como pato y vuela como pato ….pues es pato. En este caso, Marcelo Ebrard camina como candidato, se maneja como candidato, comienza a volar como candidato, luego entonces, MARCELO ES EL CANDIDATO de Morena. Para sostener mis augurios y no caer en el ejercicio simulador de las encuestas hechas ex profeso como las que tanto hemos criticado, argumentaré mi premonición con verdades irrefutables.

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Veamos, Marcelo Ebrard es un político maduro y experimentado. Más allá de su cercanía, mayor o menor, comparada con otras Corcholatas con el Presidente Andrés Manuel López Obrador; lo cierto es que de entre los aspirantes Marcelo es el de mayor experiencia en esas lides donde se disputan y deciden temas de esa naturaleza, de ese tamaño, y él más que ningún otro de los participantes sabe cómo moverse en esas aguas. Incluso él ha sido ya beneficiario de una sucesión de altísimo nivel cuando AMLO se decidió por él en el 2006 para sucederlo en la Jefatura de Gobierno de la CDMX. Entonces, no resulta ocioso hoy preguntarnos ¿cómo le fue a AMLO cuando tomó la decisión a favor de Marcelo?; ¿fue buena la decisión para él y para sus seguridades personales?, son preguntas naturales en estos casos; otra pregunta natural sería, para efectos propios de la competencia electoral ¿fue Marcelo un buen candidato y ganó sin problema la elección? y una pregunta más sería ¿hizo un buen gobierno? Las respuestas a este primer bloque de preguntas están a la vista y todas favorecen a Marcelo y validan su actuar personal y político.

¿Qué fue lo que pasó cuando Marcelo sustituyó a AMLO en la CDMX? (por voluntad y decisión propia del hoy Presidente de México, por supuesto) Marcelo respetó, cuidó y protegió a AMLO del poder presidencial que ejercía ferozmente en su contra Felipe Calderón Hinojosa. Marcelo se fajó los pantalones y nunca traicionó ni intentó frenar las aspiraciones de AMLO sino al contrario, lo alentó a continuar y seguir adelante en busca de la presidencia de México.

Una hipótesis surge también natural, ¿no habría sido muy apetitoso para cualquier político dejar que Calderón se vengara de AMLO y lo aniquilara políticamente y entonces aprovecharse de la circunstancia y tener campo libre, sin contrincante en sus propias filas, para hacer crecer su carrera política como único actor de oposición al régimen? La respuesta es “por supuesto que hubiera sido muy apetitoso”, pero resulta que Marcelo es una gente de principios. Marcelo fue leal con AMLO y nunca lo traicionó. Nunca se han traicionado.

Analicemos ahora la historia entre AMLO y Marcelo, durante la campaña presidencial de 2018, el rol de Marcelo, así como en la gestión gubernamental en este sexenio 2018-2024. En esa campaña Marcelo solicitó hacerse cargo de la responsabilidad de la primera circunscripción electoral federal en la que se ubican los estados que representaban el mayor reto para AMLO candidato. Marcelo sacó el mejor resultado electoral para AMLO. Ya en el gobierno, como Secretario de Relaciones Exteriores en el gabinete de AMLO, Marcelo apareció durante 5 años como la figura del equipo del Presidente a la que se le encargaron los temas delicados, aún no siendo de su responsabilidad institucional (vacunas; migración; crisis de energéticos; etc). Marcelo ha sido el colaborador más eficaz de AMLO y en todos los ámbitos tanto en la elección que lo llevó a la presidencia como en su administración ya siendo Presidente de la República.

Otra verdad irrefutable a considerar en este aventurado pero sustentado augurio, es la etapa en marcha ahora como Corcholata “compitiendo” con otra y otros por la coordinación de los comités de defensa de la cuarta transformación dentro de Morena. Ya sin cargos públicos todos (no hay que olvidar que Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López fueron obligados a dejar el hueso) Marcelo ha sido el único que ha tomado en serio a AMLO y le tomó la palabra para consolidar a la 4T como gobierno. A pesar de que Marcelo fue el único que pidió “piso parejo” que ya no lo hubo en este proceso y que en síntesis tenía que ver con impedir el uso de recursos públicos y evitar las prácticas de “la cargada oficial”, el acarreo, la manipulación, la coerción y amenaza para logar una supuesta preferencia de la gente; Marcelo sigue en la línea de respetar al presidente y despliega su activismo en torno a lo que significa la 4T, la explica y la proyecta al futuro como un “orden imaginado” para que los mexicanos logremos mejores condiciones de vida (cosa que ni Claudia ni Adán parecen entender).

Marcelo no es ingenuo y sabe el poder que tiene el presidente de la República Mexicana y más un presidente como Andrés Manuel. Marcelo ha demostrado ser un pre-candidato CONGRUENTE CON LO QUE PROFESA AMLO. Finalmente, y esto es tal vez lo más importante, Marcelo es a todas luces el precandidato más competitivo contra Xochitl Gálvez o cualquier otro de la oposición a Morena. Hoy les puedo decir, con verdades irrefutables, que ¡GANÓ MARCELO! Será la noticia del próximo día 7 de septiembre que aparezca en todos los titulares de los medios de comunicación. La razón es simple, Marcelo Ebrard asegura lo que AMLO quiere: continuidad del movimiento que AMLO encabeza; mayorías legislativas que permitan mantener y profundizar los cambios iniciados en este sexenio y; avanzar en la implementación de políticas públicas de la agenda progresista del gobierno. Así será, al tiempo.