Descartan que microsismo haya “despertado a Don Goyo”

  • La razón es que el Popocatépetl tiene su propia sismicidad mientras que los temblores generados en la CDMX ocurren debido a las fallas que hay en el subsuelo de la capital del país, aseguran investigadores de la UNAM

La creciente actividad del volcán Popocatépetl recordó los microsismos en la CDMX que iniciaron la noche del 10 de mayo con epicentro en las alcaldías Magdalena Contreras, Coyoacán y Cuauhtémoc.

Los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respondieron si el ‘despertar’ de Don Goyo tiene alguna relación con estos sismo.

Durante la conferencia, “¿Qué está pasando con el volcán Popocatépetl?” los expertos coincidieron en que los microsismos no fueron los causantes de que el ‘Popo’ haya incrementado su actividad.

Los investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM aseguran que estos fenómenos son independientes.

La razón es que el Popocatépetl tiene su propia sismicidad mientras que los temblores generados en la CDMX ocurren debido a las fallas que hay en el subsuelo de la capital del país.

El Popocatépetl ha tenido una variedad de erupciones que van desde muy grandes, medianas y relativamente pequeñas, como la actual, explicaron los investigadores.

¿POR QUÉ ‘DESPERTÓ’ EL VOLCÁN POPOCATÉPETL?

El Doctor Servando de la Cruz Reyna, investigador emérito del Departamento de Vulcanología, asegura que “el tipo de erupción que estamos viendo ahora ha sido observada desde el tiempo de la colonia, alrededor de unas 13 veces”.

Por ello, no es algo nuevo en la historia de México, pero sí se ha medido de una mejor forma con ayuda de distintas instituciones en la actualidad.

Desde 1996 se comenzaron a observar en el interior del cráter del volcán Popocatépetl una serie de domos de lava que crecen, llegan a un cierto volumen y se destruyen con explosiones.

La Doctora Ana Lilian Martin del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología, explica que la ceniza volcánica está formada por partículas del material que arroja el popocatepetl.

Esto se solidifica, se pulveriza y el viento lo distribuye a ciudades cercanas como ocurre en la CDMX, Puebla, Edomex y Tlaxcala.

La investigadora reiteró el daño que ocasiona a la salud estar en contacto con la ceniza por lo que también hizo un llamado a tomar las precauciones necesarias a la población para evitar afectaciones en las vías respiratorias, en la piel y los ojos.