Joya colonial y centro platero.
La explotación de sus ricas vetas de plata lo convirtieron en uno de los centros mineros más importantes de la Nueva España y es la cuna del ilustre Juan Ruíz de Alarcón.
Su gran riqueza se encuentra en los adentros de sus cerros, en las minas que fueron explotadas desde que llegaron a esta región los conquistadores españoles, llegando a su máximo esplendor en el siglo XVIII con emprendedores como José de la Borda que fue el benefactor que construyó la catedral de Santa Prisca.
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Taxco es un pintoresco pueblo de casas blancas, tejas rojas y calles empedradas, en medio de una zona montañosa. El caminar por sus calles angostas y empedradas, nos remonta fácilmente al siglo XVIII.
Es considerado como un “Monumento Nacional” y alberga uno de los ejemplos más hermosos de la arquitectura virreinal, la majestuosa Santa Prisca.
Uno de los mayores atractivos de Taxco son todas sus tiendas y talleres de platería donde se puede observar a los hábiles artesanos trabajando la plata para lograr esas piezas únicas.
Hay diversas opciones para todos los gustos y presupuestos de los visitantes, desde joyería fina hasta pedrería de fantasía.