La presencia de el tenista español Carlos Alcaraz en el Masters 1.000 de París llegó a estar en el aire, aunque finalmente podrá jugar en la capital francesa.
El murciano se sometió a unas pruebas médicas en la mañana del día de ayer lunes tras arrastrar unas molestias desde la semana pasada.
Finalmente, después de conocer los resultados, el murciano ha decidido competir en el Palais Omnisports de Bercy.
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La rodilla del tenista de 19 años es la que puso en jaque la presencia de Alcaraz en el último Masters 1.000 del año.
Según fuentes cercanas al tenista, el número uno del mundo tiene molestias en la rodilla desde su encuentro del pasado sábado en las semifinales del ATP 500 de Basilea ante Felix Auger-Aliassime.
A lo largo del encuentro, Carlitos no mostró la chispa que le caracteriza, y el canadiense pasó por encima de una irreconocible versión de él.
Aunque durante el partido no le dio importancia, estas molestias persistieron a su llegada a la capital francesa, por lo que llegó a estar en duda su presencia en el torneo.
Finalmente, el de El Palmar aparecerá en el orden de juego del miércoles, cuando disputará su partido de segunda ronda frente al japonés Yoshihito Nishioka.
En la rueda de prensa que protagonizó Carlitos esta tarde en París, el joven tenista confirmó la existencia de unos “pequeños problemas” cuando se le preguntó sobre el estado de su rodilla.
“Bueno, son unos pequeños problemas. Ya sabes, todos los jugadores tenemos problemas en el cuerpo a final de año, y tienes que jugar con ello. Pero nada serio”.
En lo que va de año, Alcaraz ha jugado 67 partidos en el circuito ATP. Si se le suman exhibiciones y otros encuentros, supera con holgura las siete decenas de duelos.
Apenas ha tenido tiempo para descansar, y ahora se llegó a plantear la posibilidad de renunciar a París con el objetivo de poder llegar en buenas condiciones a sus primeras ATP Finals.
