Familia protesta por sustracción de menor con violencia en Toluca

El PJEM informó que el niño vivía con sus abuelos maternos desde bebé.

A Pablo, un niño de ocho años de edad se lo llevó su papá, Edgar N, el 19 de julio durante una visita en el Centro de Convivencia Familiar en Toluca, la sustracción fue con lujo de violencia pues intervino personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), por lo que su familia materna demandó al Poder Judicial del Estado de México que revise el caso y les devuelvan al menor.

De acuerdo con José Luis Bueno y Ramírez de Arellano, tío del menor, fue Patricia quien se quedó con la guarda y custodia del menor luego de que su hija Jessica murió unos meses después del parto, a causa del lupus que padecía.
Por siete años, fue la familia materna quien se hizo cargo del niño, toda vez que el padre biológico no aportó la manutención, ni se hizo cargo del menor.

Sin embargo, señaló que el pasado 19 de julio, como parte del proceso judicial por la guarda y custodia, mientras sostenían una visita en el centro de convivencia, Edgar en compañía de policías ministeriales y el secretario del juzgado familiar realizaron un operativo en el que se llevaron el niño sin previa notificación a los abuelos maternos y desde entonces no saben nada sobre él.

Bueno y Ramírez de Arellano, tío del menor, señaló que temen que haya inconsistencias en el juicio, por parte de la jueza de lo familiar Yvette de la O, toda vez que el día del operativo, únicamente notificaron al padre, además dieron vista al magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia estatal, Ricardo Sodi Cuellar.

Explicó que la Jueza Supernumeraria adscrita al juzgado familiar del distrito judicial de Toluca ha sido tendenciosa y pese a que en siete años el papá no ha cumplido con la manutención del menor, ni otras atenciones, le otorgó la posibilidad de quedarse con la custodia provisional, alegando alienación parental, así como que los abuelos no están aptos por su edad para hacerse cargo del niño.

Por su parte, el PJEM informó que el niño vivía con sus abuelos maternos desde bebé, después del fallecimiento de su mamá, pero no permitían la convivencia del padre con su hijo a pesar de las múltiples determinaciones judiciales.

Por tanto, una jueza familiar determinó la custodia provisional al papá, privilegiando el lazo paterno filial.