¿Cómo reaccionar cuando una persona antivacunas muere de Covid?

(James Martin; sacerdote jesuita y autor de Learning to Pray: A Guide for Everyone; New York Times)
Carlos Abud Mendoza
Primera Parte

“En los primeros días de la pandemia, en la ciudad de Nueva York, con frecuencia pasaba frente a los camiones refrigerados de la morgue estacionados frente al Hospital Monte Sinaí, a solo una cuadra de mi comunidad jesuita. En aquellos días, parecía que todos usaban cubrebocas, todos mantenían el distanciamiento social, todos se lavaban las manos y limpiaban los productos empacados que compraban y todos pedían en sus oraciones (o esperaban) que hubiera una vacuna”.

Casi increíble: hubo vacuna. Luego, en suceso todavía más increíble, algunas personas que podían tener acceso a esos milagros médicos prefirieron no recibirlos. Muchos de aquellos que se negaron a recibir la vacuna han muerto. Muchos más morirán.

Personas famosas y no tan famosas tal vez algunos amigos o familiares se han unido a la larga lista de gente que ha muerto por la COVID después de resistirse a hacer lo que casi todos los científicos y médicos reconocidos han dicho, incluso cuando se difunde información falsa: vacunarse, usar cubrebocas y mantener el distanciamiento social son los mejores medios para protegernos, lo que ofrece ventajas potenciales también para ayudar a proteger a otros, en particular quienes padecen alguna enfermedad, inmunodeprimidos o de edad avanzada.

El papa Francisco ha dicho que vacunarse es un “acto de amor”, aunque frase más directa y muy adecuada es: no todo se trata de ti.

Así que no sorprende que, cuando una figura conocida que se ha negado a realizar este acto de amor muere de COVID en particular si ha despotricado en público en contra de estas medidas para proteger la salud algunas personas sientan el impulso de decir: “Te lo dije”.

Lo anterior, puede causar confusión: vemos a alguien que se resiste a las vacunas y pone en peligro a otros (lo que nos hace enojar) o incluso a nosotros (algo que nos asusta) y luego muere (algo que debería entristecernos pero, algunos de nosotros descubrimos horrorizados, no lo hace). Sentir que la muerte de alguien justifica parece acto inmoral, pero es invitar a la reflexión.