Memoria muscular

(Rerynolds G. New York Times 2022; enero 18)

Pero como los ratones no pueden usar pesas, los científicos los hicieron correr sobre ruedas con un lastre, diseñadas para entrenar la resistencia de los músculos de las piernas.

Los animales entrenaron durante ocho semanas y luego permanecieron sentados en sus jaulas durante 12 semanas, aproximadamente el 10 por ciento de su vida, que para nosotros serían años.

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A continuación, los animales volvieron a entrenar durante un mes, junto con ratones de la misma edad que apenas empezaban a ejercitarse y que sirvieron de grupo de control. A lo largo de todo el proceso, los investigadores hicieron biopsias y estudios microscópicos de sus músculos.

Observaron diferencias abundantes en la metilación de los genes en las fibras musculares después de que los ratones entrenaron; la mayoría de los cambios se mantuvieron meses después de que dejaron de hacer ejercicio.

En general, estos cambios epigenéticos aumentaron el funcionamiento de los genes implicados en el crecimiento muscular y redujeron la actividad de otros genes.

Incluso tras meses de inactividad, estos cambios ayudaron a los ratones entrenados a adquirir más músculo con más rapidez durante el re-entrenamiento, en comparación con los ratones que no habían entrenado con anterioridad.

No importa el tiempo que haya pasado desde que fuimos al gimnasio o nos inscribimos a un entrenamiento de peso corporal en línea por última vez, nuestros músculos permanecen preparados para responder a los ejercicios cuando empecemos a entrenar de nuevo.