- Quién era la Corregidora de Querétaro, una de las mujeres fuertes de la historia de México
Josefa Ortiz de Domínguez no era una mujer que pasara desapercibida en la sociedad mexicana de fines del siglo XVIII.
Y ciertamente su personalidad fuerte y sus cualidades, que la llevaron a ser una mujer adelantada en su tiempo, hicieron que muchos la tildaran como una de las heroínas de la historia de México.
Sin embargo, pese a haber sido quien forzó que se concrete la ‘conspiración de Querétaro‘, un levantamiento que luego dio origen a la independencia de México de España, su historia está muy poco documentada y llena de contradicciones.
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Quién era Josefa Ortiz
María Josefa Cresencia y Ortiz nació un 19 de abril de 1773 en México y era morisca, eso significa que era hija de mulata y de español.
Durante su niñez quedó huérfana, por lo que una hermana mayor debió hacerse cargo de ella.
De muy joven demostró su valentía enviando una carta de su puño y letra al Colegio de San Ignacio de Loyola (comúnmente llamado las Vizcaínas) de México, pidiendo ser admitida como pupila.
El Palacio Ejecutivo de Querétaro fue la casa de los Domínguez en el pasado.
“Era rarísimo que una mujer se permitiera el atrevimiento de aprender a escribir”, opinó la escritora mexicana Laureana Wright de Kleinhans (1846 – 1896) sobre Josefa Ortiz de Domínguez, según un documento publicado por la Cámara de Diputados de México.
Durante sus años de escolaridad Josefa conoció a Miguel Domínguez, quien era un prestigioso abogado de la época y que frecuentaba el colegio de las Vizcaínas porque lo apadrinaba financieramente.
El hombre, que era viudo y ya tenía dos hijas, quedó deslumbrado con la joven y pidió visitarla.
Y en uno de esos encuentros, la muchacha decidió huir con Domínguez.
La pareja tuvo su primera hija sin casarse y cuando Josefa estaba embarazada de su segundo hijo decidieron contraer matrimonio en secreto.
En esos años, la familia se traslada a Querétaro porque a Domínguez lo nombran Corregidor, que tenía el peso de un gobernador.
De la literatura a la política
La casa de los Domínguez, que en la actualidad es el Palacio Ejecutivo de Querétaro, era un punto de encuentro popular en ese entonces.
“En aquella época eran comunes las tertulias en las casas que generalmente eran literarias”, señaló Leonor Cortina, historiadora mexicana e investigadora especialista en el rol de la mujer en el país.
México puso en circulación un billete de $5 con el retrato de Josefa Ortiz de Domínguez en 1971.
Pero en 1808, España fue invadida por el ejército de Napoléon Bonaparte y en México, que estaba bajo dominio español, las aguas se empezaron a agitar.
“Los ánimos se encendieron ante el temor de caer en manos de los franceses. Y esas tertulias dejaron de ser literarias para ser políticas”, describió Cortina.
Así nace ‘la conspiración de Querétaro’, una trama para liberarse de España y declarar la independencia del país.
Hubo muchas conspiraciones pero la mayoría se abortaron y la que tuvo éxito finalmente fue la de Querétaro.
Y una mujer fue la clave: Josefa Ortiz de Domínguez, la Corregidora, como también se la conocía.El aviso
Josefa dio un golpe audaz.
“Si Josefa no hubiera hecho lo que hizo, hubiera pasado lo mismo que con las otras conspiraciones”, especuló Ángeles González Gamio, cronista del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Pero, ¿qué fue lo que hizo?
Cuando se descubre la conspiración, el primero en enterarse es el Corregidor (que también era parte del complot) para que detenga a los acusados.
En ese momento solo denuncian a dos hermanos que eran dueños de una tienda y tenían el acopio de las armas y de pólvora.
El sacerdote Miguel Hidalgo y el capitán Ignacio Allende también eran parte de la conspiración pero nadie los había denunciado.
Y Josefa dijo: “Entonces hay que avisarles, para que inicien ya el movimiento porque está todo planeado”, relató González Gamio.
Pero Domínguez quería ocultar cualquier sospecha y le ordenó a su mujer que se mantuviera callada. Y como desconfiaba del carácter y determinación de Josefa, decidió encerrarla en la parte alta de la casa.
Los polémicos taconazos
En el piso de abajo vivía el director de la cárcel, el alcaide Ignacio Pérez, y habían arreglado que si algún día había una emergencia la Corregidora iba a dar tres taconazos para alertarle, según dice la tradición.
Pero posteriormente, con los planos del edificio del Palacio Ejecutivo, los historiadores descubrieron que Josefa Ortiz de Domínguez no dio tres taconazos en el piso sino que fueron golpes a una pared que separaba el gabinete del corregidor de la vivienda del alcaide, según aclara la Enciclopedia de los Municipios y Delegaciones de México.
Sin embargo, lo que no cabe duda es que Josefa logró comunicarse con Pérez y le ordenó que le avisara a Hidalgo y Allende sobre el descubrimiento de la conspiración.
“Ese aviso de Josefa encendió la mecha y Querétaro inició la independencia de México”, indicó Cortina
Finalmente tanto Josefa Ortiz como Miguel Domínguez terminan en la cárcel por el levantamiento, aunque ella continuó con las actividades subversivas desde la prisión.
Ese aviso de Josefa encendió la mecha y Querétaro inició la independencia de México”
Una mujer con carácter
Poco se sabe sobre el aspecto físico de Josefa Ortiz y escasos son los documentos que describen a esta mujer que fue clave para la historia de México.
“Hay una enorme cantidad de mujeres que tuvieron papeles importantísimos en la historia de México y de las cuales no se sabe nada. Pero tristemente la historia la escriben los hombres y a las mujeres siempre se les ha dado un papel lateral y muy pequeño”, señaló Gonzales Gamio.
Pero lo que sí se sabe es de “las agallas de Josefa. Y eso impresionó a Miguel Domínguez”, añadió.
Según la especialista, muchos rumores surgieron en torno a Josefa Ortiz de Domínguez, como amoríos con el capitán Allende.
“¡Que misoginia más terrible! ¿Por qué no les puede entrar en la cabeza que una mujer pueda tener un papel heroico de esa dimensión?”, cuestionó Gonzalez Gamio.
Por su parte, la investigadora Leonor Cortina opinó que a la Corregidora no se la ha investigado en profundidad.
“Esta valentía de Josefa, que no se somete al marido, es para resaltar en esa época”, analizó.
“Pienso que hay que reconstruir su vida. Yo creo que hay una deuda con su historia en México“, concluyó.