Entre octubre pasado y marzo cerca de 48 mil menores fueron atendidos, contrario a los 18 mil que fueron procesados en 2020.
Pese al riesgo por la criminalidad, por encontrarse con animales peligrosos, así como como por calor y la alta probabilidad de contagiarse por Covid-19, en 2021 el número de niños rescatados que viajan solos desde Centroamérica hacia Estados Unidos, en busca del “sueño americano”, ha incrementado un 163 por ciento.
De acuerdo con los registros del Departamento de Seguridad Nacional, en los primeros seis meses del presente año fiscal, entre octubre y marzo se entregaron voluntariamente, fueron rescatados o sorprendidos por la Patrulla Fronteriza 47 mil 642 niños migrantes que viajaban sin ningún familiar.
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La cifra anterior contrasta con los 18 mil 96 menores de edad que autoridades migratorias procesaron en el año fiscal 2020, lo que significa un incremento del 163 por ciento, en la actualidad.
La región fronteriza donde porcentualmente se incrementaron más los cruces ilegales de menores migrantes no acompañados es en Yuma, entre San Luis, Sonora y Arizona, donde creció un 237 por ciento al pasar de 506 en 2020, a mil 707 en 2021; sin embargo, ya en números, en la región del Río Grande, la cifra se elevó de seis mil 351 en 2020, a 20 mil 964 en el presente ciclo, lo que representa un alza del 230 por ciento.
Las agencias de seguridad y migración en México y Estados Unidos reconocen que los mayores riesgos que enfrentan los menores migrantes no acompañados es el reclutamiento que realizan los grupos crimínales; la fauna peligrosa como felinos salvajes, coyotes, lobos, serpientes e insectos venenosos; el calor extremo; y, actualmente, el Covid-19, principalmente la variante Delta que afecta a menores de edad.
A consecuencia de la pandemia, el gobierno estadunidense emitió una “acción de ejecución de conformidad con el Título 42 de la Sección 265 del Código de los Estados Unidos”, que prohíbe la entrada de ciertas personas que potencialmente representan un riesgo para la salud, ya sea en virtud de estar sujetas a restricciones de viaje previamente anunciadas o porque ingresaron ilegalmente al país para eludir las medidas de detección médica.
“Para ayudar a prevenir la introducción de Covid-19 en las instalaciones fronterizas y en los Estados Unidos, las personas sujetas a la orden no serán retenidas en áreas congregadas para su procesamiento y en su lugar serán expulsadas inmediatamente a su país de último tránsito”, dicta la orden Presidencial, por lo que éstos menores migrantes no acompañados son deportados, siempre, hacia México.
