Falta de bolsas plásticas gigantes está demorando la fabricación de vacunas

Los tubos de plástico se utilizan en muchos procesos biológicos, pero solo se pueden utilizar una vez.
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Aunque la producción de la vacuna contra la covid-19 se ha incrementado de cero a miles de millones de dosis en un tiempo récord, la escasez de materias primas y equipos ha limitado la cantidad de dosis que se pueden fabricar.

A fin de resolver algunos de estos cuellos de botella, se ha creado un mercado, una especie de equivalente farmacéutico de eBay, para ayudar a los fabricantes y proveedores a ver que está disponible y permitirles comerciar en un solo lugar.

La plataforma ayudará a crear una conexión entre los materiales no utilizados y excedentes con las empresas que los necesitan, comenzando con las cosas que están en mayor demanda.

Algunos de los componentes clave que causan cuellos de botella, así como a problemas más amplios relacionados con el programa de vacunación, como la propiedad intelectual.

  1. Bolsas plásticas gigantes
    Uno de los problemas más urgentes ha sido la escasez de grandes bolsas de plástico estériles que se utilizan para cultivar células de vacunas dentro de grandes recipientes llamados biorreactores. Se parecen un poco a las bolsas que se utilizan en el proceso de elaboración casera, dice Matthew Downham, director de fabricación sostenible de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), un organismo mundial que tiene como objetivo acelerar la producción de vacunas y una de las organizaciones líderes en el lanzamiento del mercado.
    Las bolsas de plástico gigantes, que pueden contener hasta 2.000 litros, son necesarias en el proceso de elaboración de los cuatro tipos de vacunas que se fabrican actualmente.
  2. Filtros y tubos de plásticos
    También ha generado preocupación la disponibilidad de filtros y tubos de plástico, a veces denominados como «conjuntos de un solo uso». Ambos son, nuevamente, requeridos por los cuatro tipos de vacuna en producción.
    Los tubos de plástico se utilizan en muchos procesos biológicos, pero solo se pueden utilizar una vez.
  3. Materias primas
    Los ingredientes esenciales para el desarrollo de cultivos celulares, que se utilizan para producir algunas de las sustancias farmacológicas, también han escaseado. También ha habido problemas con un ingrediente especializado llamado nanopartículas lipídicas: partículas ultrapequeñas que son cruciales para las vacunas pioneras de ARNm producidas por BioNTech / Pfizer y Moderna.
    Antes de la pandemia, estas nanopartículas -que se usaban para albergar la sustancia farmacológica para facilitar su administración en el cuerpo- solo se producían en pequeñas cantidades para la investigación clínica, por lo que su producción masiva ha sido un gran desafío.
  4. Trabajadores capacitados
    A medida que ha aumentado la fabricación de vacunas, también lo ha hecho la necesidad de personal capacitado. Los involucrados en la industria dicen que algunos lugares han tenido dificultades para encontrar suficientes trabajadores capacitados para ocupar puestos especializados.
    Downham dice que a las empresas les resulta difícil trasladar a su personal entre sus propios sitios, pero que es «incluso más complicado» cuando se transfiere personal a otra empresa contratada para realizar la fabricación.
    Para ayudar a resolver el problema, la industria farmacéutica quiere que los trabajadores puedan viajar entre sitios internacionales con mayor facilidad.
  5. Propiedad intelectual
    Que la propiedad intelectual y la protección de patentes se consideren como algo que bloquea el despliegue global actual depende en gran medida de a quién le pregunte. La propiedad intelectual (PI) se refiere a las creaciones o invenciones protegidas por la ley mediante patentes, derechos de autor y marcas comerciales. Su objetivo es garantizar que el creador sea recompensado con ganancias y que su invención conserve su calidad e integridad.
    Estados Unidos ha apoyado una medida en la Organización Mundial del Comercio (OMC) -un organismo intergubernamental que promueve el comercio mundial- para levantar temporalmente dicha protección de patentes para las vacunas contra el coronavirus.

Esto se hizo tras una campaña de India y Sudáfrica y un grupo de unos 60 países que argumentan que la renuncia a las protecciones de propiedad intelectual permitirá que los conocimientos de fabricación se transmitan más fácilmente.

Pero los fabricantes de vacunas dicen que incluso si se libera la propiedad intelectual de una vacuna patentada, las nuevas empresas no podrían empezar repentinamente a hacer vacunas.

Todavía necesitarían las instalaciones y los conocimientos especializados y competirían por el mismo número limitado materiales y personal capacitado.

Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, sostiene que una exención podría en realidad «descarrilar el progreso» en el programa de vacunación global.