EU ofrece indagar abusos a niños indocumentados

Estados Unidos se comprometió ayer a investigar las denuncias de abusos cometidos contra niños indocumentados que han cruzado su frontera, en medio de una avalancha que lo ha obligado a demandar el apoyo de organizaciones religiosas y humanitarias para ubicar a miles de infantes en bases militares mientras son entregados a sus padres o a sus familias dentro o fuera del país.

“El día de hoy (ayer) he emitido una orden para investigar con transparencia estas denuncias”, aseguró el director de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Gil Kerlikowske, al salir en defensa de agentes de la patrulla que “han ido incluso más allá de su deber” para “proteger y ofrecer respeto y afecto” a miles de niños.

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Desde el inicio de la crisis de los niños indocumentados que han desbordado los puestos fronterizos de Texas, el gobierno de Estados Unidos dio la cara para ofrecer un informe pormenorizado desde que el presidenteBarack Obama ordenó al Departamento de Seguridad Interna (DHS) aliviar la “crisis humanitaria” de miles de niños que han llegado a su frontera con la infundada promesa de beneficios migratorios.

En un intento por contener esta crisis, el secretario del DHS, Jeh Johnson, reiteró que “ninguna de las personas que están cruzando la frontera” se beneficiarán del programa de acción diferida conocido como DACA, que sólo contempla la legalización temporal de los hijos de indocumentados que hayan llegado siete años atrás, ni de un eventual proceso de legalización en caso de que se apruebe la iniciativa de reforma migratoria que avaló el Senado en junio de 2013 y que aplicaría sólo a las personas que hayan llegado antes del 31 de diciembre de 2011.

“He estado discutiendo de este asunto con los embajadores de México, Honduras, El Salvador y Guatemala para hablar de nuestro mutuo interés en tener unas fronteras seguras y además sobre programas de repatriación más ágiles”, aseguró Johnson en alusión a las conversaciones que han mantenido con México para tratar de reforzar la seguridad de su frontera con Guatemala y la necesidad de ordenar la repatriación de miles de niños que no tienen a un padre o a un familiar en Estados Unidos.

En medio de una ofensiva humanitaria, diplomática e informativa, Jeh Johnson insistió que la administracón ha lanzado una campaña en inglés y en español para advertir que “todos aquellos niños que hayan cruzado la frontera desde mayo no podrán beneficiarse” de los privilegios migratorios y, además, sus familias ponen en un grave riesgo a sus hijos al confiarlos a las redes de traficantes o a obligarlos a pasar por el desagradable trance de un control migratorio.

“Los controles fronterizos no son para niños”, reconoció Johnson en referencia a las imágenes que han trascendido con niños arracimados, o durmiendo unos sobre otros mientras se les identifica y les traslada a refugios habilitados en zonas militares de Texas, California y Oklahoma.

Trabajan a marchas forzadas

En este sentido, Johnson confirmó que el gobierno trabaja a marchadas forzadas en la localización de nuevos locales y medios de transporte para trasladar a los menores que, luego de su identificación a cargo de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), quedan a cargo de la oficina para la Niñez y las Familias del Departamento de Salud y Asuntos Humanitarios (HHS).

“Hemos pedido la cooperación de organizaciones humanitarias y religiosas para colaborar en este proceso que, además, cuenta con un grupo de asesores legales que aconsejan y acompañan a los menores durante el proceso de traslado, ubicación o repatriación”, aseguró Johnson al enfatizar que la seguridad y el beneficio del niño es el criterio que aplica a la hora de decidir su traslado con una familia en Estados Unidos o en el extranjero.

“La reagrupación familiar es lo que nos interesa más, porque pensamos en el beneficio del menor”, manifestó Johson quien, sin embargo, no fue muy claro a la hora de esclarecer si acaso aquellos niños que no tengan familiares en Estados Unidos son entregados en adopción o, si acaso, los padres de estos menores que sean indocumentados los pueden recibir sin ningún problema.

Johnson reconoció que aunque desde el momento en que fue confirmado en el cargo fue advertido sobre el fenómeno de los niños que comenzaban a llegar a la frontera con México desde Centroamérica, el volumen de los casos que se dispararon desde el mes de mayo los tomó desprevenidos.

Según cifras de DHS, el número de niños solos que fueron detenidos nada más al cruzar la frontera el año pasado rebasó los 24 mil. Este año, las autoridades de la Patrulla Fronteriza y del Departamento de Seguridad Interna calculan que la cifra que ya superó los 47 mil podría dispararse hasta los 60 mil o los 70 mil al terminar este año.