Pamela Anderson se refugió en las drogas y el alcohol durante años para evadir el dolor que le causaron los repetidos abusos sexuales que sufrió en su infancia y adolescencia.
Hace unas semanas la ex “conejita” de Playboy sorprendió al confesar que cuando tenía seis años una niñera abusó de ella, luego a los 12 la violó el hermano de un amigo y cuando era adolescente, su entonces novio la violó junto a otras personas.
De acuerdo con la página perezhilton.com, Pamela ha estado trabajado con especialistas y ha mejorado, a tal punto, que pudo hablar en público de sus experiencias en lugar de evitar el tema consumiendo sustancias.
“Pamela ha estado trabajando con psicólogos especialistas en adicciones que le han ayudado de manera tremenda. Aquellos con un pasado de abuso de drogas y alcohol son animados a hablar abiertamente de sus demonios y esa es la razón por la que se está abriendo acerca del abuso infantil y las violaciones. Pamela fue adicta al alcohol y a la cocaína y pasó mucho tiempo bloqueando el dolor con esas sustancias”, detalló una fuente cercana.
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