Libre Albedrio

Por Eduardo R. Sanchez

 

Operación no más avestruces

 

Miles de personas hacen una manifestación en Paseo de la Reforma en el DF para pedirle al gobierno más consideración hacia el bien común.
También miles de personas se están manifestando en una plaza en Ucrania para pedirle al gobierno consideración hacia el bien común.
En Europa, Africa, Asia y en Oceanía cientos de miles de personas se movilizan cada semana para pedirle al gobierno que tenga mas consideración y que no sean tan jijos. Solamente cuando las cosas pasan a niveles más altos, con más violencia o con invasión flagrante de los derechos humanos, es cuando el gobierno escucha y se pone abierto a conceder algo, casi siempre algo insignificante.
Las manifestaciones son parte el ser humano, del mexicano, y de todas las personas que sienten a la injusticia que les asfixia o les quita lo que les debe.
¿Pero cuál es la razón de que existan las manifestaciones si las personas que están en el gobierno fueron elegidas por los mismos ciudadanos?
Pareciera que el ser humano tiende más hacia el bien personal que al bien común, porque casi siempre las personas que llegan al poder ven más por ellos y sus amigos que por los demás.
Pero llega también un momento alarmante cuando la gente ya no hace nada por impedirlo, porque las mismas manifestaciones ya no hacen efecto en el gobierno y las personas han dejado de preocuparse por el bien común. Hacen como el avestruz, meten la cabeza en un agujero y como no ven nada, piensan que nada pasa.
Y esa es la peor tragedia, cuando las personas nos volvemos avestruces y aceptamos lo que se establece como ley. Ya las personas no se reúnen con sus vecinos para analizar los programas de seguridad o intercambios en sus colonias.
Las personas ya no van a la junta municipal para saber y conocer qué están haciendo sus elegidos.
La gente de ahora prefiere ver sus novelas, futbol, Facebook y sus juegos de Nintendo-nada, en lugar de ponerse las pilas y saber qué carajos está pasando en su colonia y en su municipio y estado.
Hasta que llegue el día que lo tengan que desalojar y encarcelar porque ya no puede pagar los impuestos que le impusieron sin saberlo.
Pero al estar en la cárcel, quizá también le valga madres porque estará más interesado en avisarles a sus amigos de Facebook que la vida en la cárcel no es tan mala para que le den un “I like”. Visite mi Blog: DRAGON-GREENS.BLOGSPOT.COM