Alberga UASLP canaleta más grande de Latinoamérica

Investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí construyeron una canaleta que permitirá realizar estudios de ingeniería para determinar el riesgo de avalanchas y deslaves, útiles en la construcción de caminos y carreteras, así como también en la vulcanología, para estudios sobre flujo piroclástico.
El coordinador del Posgra-do de Geología Aplicada en el Instituto de Geología de la UASLP, doctor Damiano Sarocchi, detalló que el Laboratorio de Análisis de Imágenes y Modelado Analógico (LAIMA), del que es responsable, es uno de los proyectos más importantes, debido al empeño económico para la construcción de la torre y la canaleta.
“Se trata de la primera canaleta más grande de América Latina. Su uso es realizar experimento a escala de avalanchas granulares, que pueden ser secas o húmedas, simular las que se llaman de ‘flujo seco’, como las piroclásticas. Un núcleo importante del LAIMA somos vulcanólogos, y una de las principales aplicaciones de la canaleta es justo la vulcanología para el estudio de los flujos piroclásticos”.
Explicó que lo que se hace es simular, a una escala reducida, flujos piroclásticos que normalmente son difíciles de alcanzar por su temperatura y velocidad; la ventaja de estudiar la escala reducida en un laboratorio es que se cuenta con todas las condiciones bajo control, lo que permite profundizar el estudio de los mecanismos físicos que regulan tales flujos.
Enfatizó que no es el único proyecto de investigación en el LAIMA, donde también se dedican al desarrollo tecnológico, al construiros un aparato único en su género a nivel mundial, que es el telegranulómetro. Con este instrumento tuvieron la posibilidad de estudiar otros sistemas, por ejemplo, el doctor Sarocchi ha viajado dos veces con sus estudiantes al Monte Santa Helena, en el marco de un proyecto del National Science Foundation (NSF) en colaboración con la Universidad de Washington.
“Nos invitaron porque con este instrumento era la única manera de medir depósitos de 80 metros de espesor, ya que son paredes imposibles para hacer rapel, y cuando lo vieron en un Congreso donde presentamos el telegranulómetro, nos invitaron.