Suben el telón para despedirlo

Días antes de morir, Luis Ernesto Cano preparaba la reposición de la obra “A oscuras me da risa”, de la mano del productor teatral Alejandro Gou.

Ahora, dice este último, seguirá con los planes en compañía de Freddy y Germán Ortega, los ‘Mascabrothers’, amigos del desaparecido actor, en fecha por definir.

“Estuve con él hace ocho días, íbamos a reponer la obra que escribió, estábamos en planes de comenzar a ensayar”, informó Gou.

“En homenaje a él, ya quedé con Los Mascas, vamos a reponerla, dejó dos hijos y vamos a tratar de apoyarlos en lo que podamos nosotros, era un hermano”, añadió.

Infarto fulminante

Luis Ernesto, quien participó en programas televisivos como “La parodia” y “Derbez en cuando”, fue hallado el viernes en su domicilio.

Se encontraba boca abajo y con el teléfono en la mano, detalló Alejandro Cano, su hermano.

“Eso hace suponer que se sintió mal y quiso llamar”, comentó.

El Centro Cultural Telmex 1 fue el lugar a donde arribaron las cenizas del comediante para ser veladas en el escenario.

Pasadas las 22:00 horas se abrieron las puertas al público y amigos para darle el último adiós.

Un aplauso de tres minutos, con la gente en pie, y de fondo música de Silvio Rodríguez, su favorita, fueron el marco emotivo de la jornada que concluyó en la madrugada.

“Recuerden que era un comediante, lo que le gustaba era que la gente riera, se divirtiera y (para) ésta que es su despedida dije: ¿qué más que su última escena, estar arriba de un escenario y terminar ahí’”, dijo Alejandro Cano.

Aún no se definen dónde descansarán sus restos mortales, detalló el ex periodista, pues su mamá desea conservarlos, aunque existe la posibilidad de ser depositados en el mar ya que le gustaba la meditación.

En los últimos meses Luis Ernesto padeció cáncer de próstata, pero nunca quiso atenderse con doctores, optando por medicina alternativa, recordó su hermano.

“Nunca le llegó a pesar” expresó Alejandro a su llegada.

El uso del teatro fue logrado grcias a Gou y los hermanos Ortega.

“Siempre nos decía: si yo muero no quiero misas ni nada de eso, no le gustaba”, recordó Germán.

Amigos presentes

De los primeros en llegar al velorio fue Jesús Ochoa (El segundo aire), quien lo conoció en la escuela.

“Nos conocimos en la academia, tuvimos maestros en común; era un grande con gran sonrisa, gran talento, era de los incombustibles que no paraba”, mencionó el actor.

Eugenio Derbez, quien llegó acompañado de su esposa Alessandra Rosaldo, recordó que fue Luis Ernesto quien le enseñó a no ser conformista y buscar siempre romper el confort.

“Me decía: ‘Ese personaje ya se había visto antes’, a lo que le contestaba que nadie se daba cuenta; entonces me decía: ‘pero tú sí’. Y con esa lección me quedé”.

“Para mí ha sido la persona más creativa con la que he trabajado”, destacó el comediante.

Lolita CortésGloria Izaguirre y Pepe Magaña fueron algunos de los que dieron el adiós a Cano.

Silvia Pinal, entrevistada en un homenaje en Taxco, recordó que trabajó con él durante el musical deMame, siendo un niño.

“No saben cómo me dolió, era tan talentoso, siempre que nos veíamos, era con cariño”, dijo.