Aunque todos los aromas los percibimos a través de la nariz, el cerebro se encarga de reconocerlos y clasificarlos, poniendo a funcionar lo que se ha dado en llamar “memoria olfativa”, la que a su vez genera emociones y recuerdos.
Fragancias infantiles
Así, al percibir determinado aroma es posible emprender un viaje al pasado, recordar alguna etapa o persona relevante en nuestra vida, o bien, situarnos en un lugar al que sólo hemos ido una vez. ¿Quién no se ha sentido encantado por el olor que desprende una piel limpia y sana?, más si se trata de un bebé o niño; ¿qué madre no ha recurrido a la memoria olfativa para trasladarse por un instante a los momentos en que bañaba a su hijo recién nacido, lo secaba y perfumaba?
No solamente resulta un placer percibir el perfume de un pequeño, también es grato tocarlo y acariciarlo; suave, aterciopelada y muy delicada, su epidermis es de textura fina, pero también más susceptible a sufrir irritaciones e infecciones. La piel del bebé es más sensible, en consecuencia, no se le puede frotar con productos que contengan alcohol.
Por ello, los fabricantes de lociones y aguas de tocador infantiles -y en general cualquier producto de higiene para niños- trabajan con ingredientes y materiales de máxima calidad, cada vez más naturales, capaces de superar pruebas de laboratorio para determinar, de manera científica, que no irritarán la delicada piel del pequeño y, por el contrario, ayudarán a mantenerla saludable.
Variedades
La piel de un bebé, como todo su organismo, adquirirá madurez con el paso del tiempo, razón por la cual es un error pensar que pueden aplicarse fragancias de adulto a un pequeño de 3 meses o 3 años. Mire usted, la epidermis de un recién nacido es hasta cinco veces más delgada respecto a la de un adulto, es pobre en lípidos (grasas) e hidratantes, por lo cual tiende a resecarse con facilidad, además de que su pigmentación es reducida y presenta mayor sensibilidad ante sustancias ajenas a su cuerpo.
Es así que los productos para los primeros meses de vida no irritan, evitan inflamaciones, colaboran en mantener la humedad y no contienen colorantes; los envases son coloridos y algunos pueden ser usados también para jugar, de manera que el niño interactúe con el producto.
Asimismo, la industria cosmetológica ha creado lociones hidratantes recomendadas para limpiar su piel, ya sea entre cada cambio de pañal o bien cuando sólo es necesario asear algunas partes de su cuerpo y no es posible bañarlo. Este tipo de lociones limpiadoras eliminan impurezas cutáneas sin usar detergentes, generalmente formuladas a base de extractos y aceites naturales (de almendras dulces, maíz, coco, manzanilla y flores de aciano, por ejemplo).
Además, debido a la importancia que tiene el grado de acidez de la piel para su óptimo funcionamiento, es común que los fabricantes enfaticen el hecho de que la fórmula posee pH neutro, lo cual garantiza que su aplicación será segura y no alterará el nivel de grasa natural, es decir, su manto protector. Por tanto, si el producto que se compra tiene esta información como una de sus principales cualidades, no dude en adquirirlo.
Y para niños más grandes, los productos, también cuidados en sus fórmulas, siguen las modas imperantes. Por ejemplo, para mayores de ocho años las fragancias son en su mayoría unisex, las cuales se asemejan a los aromas de adultos.
Salvo raras excepciones, el término “hipoalergénico” aparece hoy día en todas las fragancias para niños, lo que significa que minimizan cualquier riesgo de alergia en la piel. Cabe destacar también que las lociones y aguas de tocador revitalizan la piel dándole frescura y suavidad todos los días, especialmente después del baño. En términos generales, su fórmula incluye agua destilada, glicerol y fragancias florales o frutales sin alcohol.
Otro detalle que aumenta el atractivo de esta clase de productos infantiles es su envase, pues la mayoría viene en frascos con llamativas tapas, en materiales irrompibles (al acabarse el producto se convierten en juguetes seguros para el pequeño) y diferentes tamaños, de manera que se puedan adquirir presentaciones grandes para guardar en casa y pequeñas para llevarlas con comodidad en la pañalera o bolsa de mano.
Caricias perfumadas
La piel representa para el ser humano el principal medio de comunicación con el exterior, pues a través de ella lo percibe todo, entre otras el amor que sienten por él quienes lo rodean. Por ello, los especialistas aconsejan dar masajes a los niños, pues además de relajarlos, se estimula su sistema inmunitario (el que protege del ataque de virus infecciosos), se mejora la circulación sanguínea y fortalece su piel.
Poco importa ser experto en la materia, porque lo más relevante es que el pequeño sienta las manos de mamá (o de quien esté a su cuidado) sobre su piel y perciba las caricias; para ello, se recomienda calentar unas gotas de loción o colonia entre sus manos y recorrer el cuerpo del niño mediante suaves movimientos, desde la cabeza hasta los pies, por delante y detrás. Al final, el pequeño no sólo quedará felizmente relajado sino además tendrá suave fragancia a flores, o quizá a frutas, que perdurará con el paso de las horas.
Finalmente, cabe señalar que las fragancias infantiles nunca deben aplicarse directamente sobre la ropa ni cuando se toma el Sol, pues pueden ser causa de irritaciones en la piel del chico.
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