Todos nuestros mundos

“Saber que ningún día era igual a otro, y que cada mañana tenía su milagro especial, su momento mágico, en el que se destruían viejos universos y se creaban nuevas estrellas” Paulo Coelho
-A orillas del río piedra me senté y lloré-.

Nací en el año de 1972 y en casi cinco décadas de habitar esta tierra me ha tocado ver muchas cosas los cambios ocurridos han sido sorprendentes, pandemias, grandes triunfos de la ciencia y la tecnología, avances sociales y democráticos, he visto caer muros y levantarse otros.

Desde cosas que hoy nos parecen sencillas como el teléfono, lo conocí de carrusel y aún tengo en la memoria a mi abuela desesperada con el largo taca-taca-taca que, hacia el disco al marcar, queriendo hablar con alguna de mis tías.

Viví el clímax del sistema político hegemónico en México, José López Portillo y Pacheco fue candidato único a la Presidencia de la República y con ello atestigüé la segunda etapa de la transición política y después el cambio (hoy en consolidación); el Partido Revolucionario Institucional (PRI), perdió la Primera Magistratura luego de más de setenta años en el poder, para regresar dos sexenios más tarde y volver a salir por la puerta trasera.

Con los cambios democráticos de México vinieron transformaciones en nuestra forma de ser y actuar; la libertad para hacer y decir se ha acrecentado aunque no en todas las regiones, podemos leer, ver y escuchar en los medios de comunicación análisis y critica de la más diversa índole, sobre todos los tópicos, del quehacer político, social, religioso etc., lo cual se ha convertido en equilibro de actuación de los actores políticos y sociales.

Sin embargo, todos los avances representan retos, quizá el más importante de ellos es avanzar hacia adelante; y es que actualmente pareciera que estamos regresando al pasado.

Los integrantes de la llamada cuarta transformación montados en el unicornio de la credibilidad moral piensan que adjudicar contratos no está mal, aunque sea a nuestros cercanos; caminado en las nubes de la superioridad moral pretenden la defensa de las instituciones descalificando, juzgando y polarizando a quienes no piensan igual haciendo uso de los recursos del estado para ello.

Ante la falta de imaginación cerraron fideicomisos, programas y políticas públicas, para con ese dinero regalar apoyos sociales, que no generan riqueza, pero si homologan la pobreza.

En fin, que no todo cambio es para mejorar y mucho menos es permanente.

CONCLUYENDO

  1. Épocas vertiginosas. Con todos esos cambios y transformaciones mi generación y las anteriores han tenido que adaptarse a las circunstancias por las que se transita, eliminar y adquirir conductas, terminar con paradigmas que parecían inobjetables, arropar nuevos y cuestionar los que persisten, pero sobre todo echaron por la borda lo que no funcionó o lo que resultó engañoso.
  2. Es en este proceso es donde queda de manifiesto la capacidad de los seres humanos por adaptarse, cambiar, crecer, sobreponerse a las circunstancias y así mismo, para poder permanecer y trascender en su ámbito. Ojalá los mexicanos lo entendamos pronto.
  3. Quienes quieren trascender deben entender tiempo y circunstancia, espero nos quede claro a todos.