Sexo entre amigos, ¿es una práctica saludable?

Sexo entre amigos, ¿es  una práctica saludable?

Las relaciones sexuales entre amigos a veces se han asociado a una práctica saludable que contribuye a fortalecer los lazos emocionales, sin considerar en este caso aquellas relaciones de amistad que pueden surgir entre personas que sólo tienen encuentros circunscritos al sexo ocasional. Entonces, ¿es saludable el sexo entre amigos desde un punto de vista emocional? “En términos generales, la evidencia científica sobre el nivel de salud (movimiento dentro del contínum salud-enfermedad) que puede derivarse de las prácticas sexuales entre personas que mantienen una amistad es escasa, por no decir prácticamente inexistente”, responde esta psicóloga. En el caso español, Labernia habla del “estudio realizado por García y Soriano (2016), en el que analizan distintas variables relacionadas con la salud sexual de las personas; entre ellas, conductas de riesgo (no uso de preservativo y consumo de alcohol), contagios de ITS y las formas de vincularse (estilos de apego) de hombres y mujeres que mantienen sexo con amistades”.

A su juicio, las conclusiones de este trabajo español, junto con los resultados de investigaciones desarrolladas en Estados Unidos, “ponen el foco y abren las puertas a la investigación de estas formas de relación y las posibles implicaciones en la salud física, emocional y social de las personas, a la vez que ponen de manifiesto la falta de evidencia científica para poder hablar de generalidades”.

Para psicóloga del COPC, los encuentros sexuales entre personas que tienen una relación de amistad pueden “contribuir al desarrollo y al autoconocimiento personal y de la dimensión sexual humana; puede proporcionar empoderamiento (evidentemente, también puede conllevar lo contrario), repercutiendo positivamente en la autoestima y el autoconcepto; permitir crear nuevos marcos relacionales que vayan más allá de la monogamia normativa; promover habilidades sociales como la negociación, la comunicación asertiva y la empatía; puede enfatizar valores como el respeto y la responsabilidad; potenciar el vínculo, la comprensión y la amistad; ampliar los significados o manifestaciones que otorgamos a los conceptos de compromiso, intimidad y pasión (Triángulo del Amor de Sternberg) en las relaciones afectivas-sexuales”, así como aportar el placer ligado a la propia actividad sexual.
Problemas emocionales de tener sexo con amigos En este punto, Labernia recuerda que las relaciones sexuales entre personas que mantienen una amistad puede agravar las heridas emocionales previas, así como pueden aparecer algunas dificultades al respecto.

“Por ejemplo, se puede potenciar la fragmentación de la experiencia de la sexualidad y del sexo, tal y como se fragmenta al ser humano desde distintas disciplinas, pretendiendo centrar la atención en lo que pienso (lo que hemos pactado), dejando de lado lo que siento más allá del placer sexual”, explica.

“Con este sentir no aludo al enamoramiento, sino a las emociones que como seres humanos experimentamos en nuestras vidas”. En cuanto al enamoramiento, esta experta advierte que éste puede ser un problema si surge entre una de las partes y la otra no. “En términos generales, el desequilibrio o diferencias en roles y expectativas entre las componentes de la amistad en la que se practica sexo puede ser gran fuente de malestar”, aclara.

Otro inconveniente que puede surgir, según Labernia, es que la amistad que era un lugar seguro pase a ser un espacio hostil que afecte a la confianza entre ambos cuando hay una falta de conciencia, trabajo personal, responsabilidad y respeto.

Por otra parte, esta psicóloga sostiene que si los amigos que tienen sexo “pertenecen a un mismo grupo de amistades, pueden aparecer malestares e incomodidades dentro del grupo, e incluso, que alguna de las partes pierda a ese grupo como referente o espacio nutritivo y reconfortante”.

Cómo tener sexo entre amigos de forma saludable
A partir de los posibles problemas emocionales que puede desencadenar el sexo entre amigos, esta experta aconseja tener presentes el respeto, la comunicación asertiva, la empatía y la responsabilidad. En su opinión, todas las personas implicadas en este tipo de relación deben ser sinceras respecto a cuáles son sus necesidades reales en todo momento, ya que estas pueden variar a lo largo del tiempo.

Además, Labernia recomienda que “se entienda que el sexo es una pequeña parte de la sexualidad y que racionalizar (pensar-comunicar desde la mente) es importante porque crea un marco de referencia para construir la relación, pero que nuestras emociones y nuestro cuerpo también van a estar presentes (somos un ser integral), por tanto, merecen que les prestemos atención y cuidados”.

Por último, esta experta aconseja que existe un compromiso para revisar constantemente el aprendizaje recibido entorno a la sexualidad y la voluntad de desmitificar aquellas creencias que nos lleven a cosificar a las personas.