«Sentimientos de la Nación» de José María Morelos y por qué son importantes

Qué fueron los Sentimientos de la Nación de José María Morelos y Pavón y cuál fue su importancia para la Independencia de México

Cuenta la historia que la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó al pueblo de Dolores (hoy, precisamente estado de Hidalgo) a levantarse en armas. Sin embargo, murió casi al año del inicio pero otros caudillos continuaron con el movimiento, y uno de ellos fue el también sacerdote José María Morelos y Pavón, autor de ‘Los Sentimientos de la Nación’. Entre 1810 y 1811, se le conoce como la etapa de Iniciación de la Independencia, en la que diferentes sectores comenzaron a levantarse en armas contra la corona española por diversos motivos.

La segunda etapa (1811 – 1815), según algunas fuentes, está marcada por Morelos y su documento, el que también es conocido por algunos como el primer indicio de una Constitución. Esta etapa termina precisamente con la muerte de José María en Ecatepec (de Morelos, en su honor)

El caudillo Ignacio López Rayón llamó a formar la Suprema Junta Nacional en 1811, también conocida como Junta de Zitácuaro, un consejo en el que confluirían algunos de los principales caudillos independentistas para organizar de mejor forma el movimiento insurgente.

Sin embargo, las ideas de Morelos y sus simpatizantes iban más allá, y llamó a formar un Congreso Constituyente (órgano conformado para redactar la una constitución). De este modo, el 14 de septiembre de 1813, José María Morelos y Pavón, también conocido como el ‘Siervo de la Nación’, leyó un documento llamado ‘Sentimientos de la Nación’ ante el naciente Congreso.

De este modo, el primer artículo aludía a la Independencia de la entonces denominada América Septentrional de la corona española: «Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones», recitaba el primer artículo.

Algunos de los puntos principales fueron: la disolución de un gobierno central en una autoridad representativa, la distribución del poder en tres poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), el reconocimiento de la Religión Católica como la única y oficial en los territorios americanos y la conmemoración del 16 de septiembre como fiesta nacional para reconocer el heroísmo del movimiento encabezado por Miguel Hidalgo y Costilla y los Capitanes Ignacio Allende y Juan Aldama.