El peso mexicano ganaba el jueves tras caer en la víspera a su nivel más débil en casi siete meses, ante expectativas de que Estados Unidos resolverá sus pugnas por el techo de deuda y un descenso global en los precios de la energía que disminuía temores de una mayor inflación.
En el ámbito local, se conocieron más temprano datos de la inflación local que se aceleró en septiembre, con lo que se reforzaron apuestas de que el banco central elevaría por cuarta ocasión consecutiva la tasa de interés referencial.
El peso cotizaba en 20.4801 por dólar, con una ganancia de un 0.34 por ciento frente a los 20.5490 del precio de referencia de Reuters del miércoles.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en septiembre en un 6.00 por ciento, su mayor nivel desde abril, de acuerdo con cifras divulgadas el jueves por el instituto de estadística, INEGI. Analistas proyectaban que se acelerara a un 5.99 por ciento desde el 5.59 por ciento de agosto.
Por otra parte, el Senado estadounidense parecía estar cerca de llegar a un acuerdo temporal para evitar el impago de la deuda federal en las próximas dos semanas, después de que los demócratas dijeron el miércoles que podrían aceptar una propuesta republicana para desactivar la disputa que amenaza al conjunto de la mayor economía mundial.
Los mercados globales seguirán de cerca el reporte de nóminas no agrícolas de Estados Unidos el viernes. Según analistas, si se publica una cifra razonable implicaría que la Reserva Federal decidirá en su reunión de noviembre empezar a reducir su masivo programa de estímulo.
