Por qué el GP de la Ciudad de México de F1 será una referencia para el país

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El Gran Premio de Fórmula 1 de México, ahora de la Ciudad de México, se ha convertido en un motor económico del país no solo por los más de 100 mil aficionados nacionales e internacionales que asisten cada día de competencia al Autódromo Hermanos Rodríguez, sino también por el dinero que la industria mueve.

Para que el denominado Gran Circo regresara a nuestra nación después de haberse ido a mediados de la década de los noventa se invirtieron más de 300 millones de dólares (150 millones de dólares por parte de CIE y más de 200 millones provenientes del Consejo de Promoción Turística de México) para firmar un acuerdo de cinco años entre 2015 y 2019.

Durante ese periodo se obtuvo una derrama económica de 38 mil 803 millones de pesos y solo en 2019 la carrera permitió nueve mil empleos y una exposición de la marca México equivalente hasta los 1,400 millones de pesos. En resumen, la inversión había rendido con creces, no solo en los números, sino también en la imagen internacional donde la competencia anual se volvía un destino interesante para los turistas extranjeros, tanto por el aspecto deportivo, pero también por las celebraciones a las que está ligado el evento como es el Día de Muertos y las zonas turísticas con las que se cuenta. No era de extrañas que el personal de los equipos decidían pasar días antes o posteriores en las playas de Cancún.

Por eso, cuando la carrera necesitó de un nuevo sistema de financiamiento para prolongar un contrato a partir de 2020 se encontró la salvación en un fideicomiso privado para sustituir las aportaciones públicas y mantener la carrera por un contrato de tres años más que, oficialmente, iniciará en 2021 luego de la suspensión del año previo ante la pandemia por COVID19.

El nuevo contrato contempla tres años en lo que esperan replicar el éxito de las cinco ediciones previas en que la carrera se ha convertido en el estándar que la Fórmula 1 quiere.

El GP de la Ciudad de México 2021 será el primer evento de tres días de alto impacto que celebre la capital del país desde el estallido de la pandemia. Si bien el Estadio Azteca ya ha tenido partido con hasta el 75 por ciento del público solo han sido cotejos de un día, mientras que en el Autódromo Hermanos Rodríguez se ha logrado un promedio de 100 mil espectadores por jornada en las ediciones pasadas.

El reto de replicar un ambiente festivo en época de pandemia no es sencillo, en especial ante los protocolos que se han preparado: distanciamiento social en las zonas fuera de las gradas y uso obligatorio de mascarilla, pero a pesar de esto, desde la organización espera que la gente puede llevarse una experiencia que les permita olvidar los meses de pandemia y retomar las alegrías.

“Como todas nuestras actividades de vida, la llegada de la pandemia de COVID-19 nos ha obligado a adquirir nuevos hábitos y cuidados, en donde los eventos de entretenimiento no han sido la excepción. Hemos aprendido a seguir disfrutando de nuestros eventos predilectos, pero con la integración de medidas sanitarias que son necesarias para cuidar la integridad de todos”.

“En el caso del México GP será la primera vez que se viva un evento dentro de la nueva normalidad. Hemos cuidado con mucha atención mantener la misma experiencia de entretenimiento que nos caracteriza y que nos ha llevado a ganar el reconocimiento de Mejor Evento del año por cinco años consecutivos, ahora integrando estas medidas sanitarias para seguir con la guardia en alto ante los retos que esta pandemia nos ha impuesto”, expresó Federico González Compeán, director del Gran Premio de la Ciudad de México de F1 en entrevista con un Diario de circulación nacionalal hablar sobre el reto que significa para ellos y el país.

Un plan de protección de más de un año de trabajo

Cuando se disputó la Eurocopa 2020 a mediados de 2021, la Organización Mundial de la Salud señaló al evento deportivo como el responsable de un aumento del 10 por ciento de los casos positivos de COVID en la zona. ¿Qué falló?

Lo primero era la movilidad de una parte del público entre diversas sedes y países, pero también la inconsistencia entre las medidas adoptadas por cada país y sede, con cada una de ellas adoptando lo que consideraran pertinente. Fue así como la NFL, las Grandes Ligas de Beisbol y torneos como el Abierto de Tenis de Estados Unidos se adaptaron para echar a andar una industria deportiva de miles de millones de dólares.

Desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gobierno de los Estados Unidos se lanzaron recomendaciones a considerar para que cada persona decidiera si asistir a un evento o no, como por ejemplo mantener el distanciamiento físico, el uso de mascarillas y, sobre todo, considerar la cantidad de casos de COVID19 y vacunados en la comunidad. A un mayor número de vacunados y menor de negativos, el riesgo de contagio es reducido.

La lección sirvió para que otros eventos perfeccionaran sus protocolos. La Fórmula 1 ha sido una de las “ligas” que mayores previsiones ha tomado en su regreso a la actividad, pero también para permitir la asistencia del público. La premisa desde la directiva encabezada por Stefano Domenicali es no saturar los servicios de salud de un país por una carrera, por eso cuando ha sido necesario no tener público o limitar el número de espectadores se ha tomado el camino sin dudarlo.

Para la disputa de un evento como el GP de la Ciudad de México, los promotores han trabajado con las autoridades sanitarias locales y recibida asesoría internacional en 18 meses de planeación y más de 120 reuniones de trabajo, pero también se han visto apoyados por las cifras de vacunados en la capital del país donde según reportes del gobierno local se tiene hasta un 90 por ciento de las personas de mayores de 18 años con al menos una de las dosis.

Sumado a esto, la cantidad de casos positivos en la capital del país se ha reducido en las últimas semanas, con menos de 1400 casos desde finales de septiembre y con solo cuatro días en octubre sobrepasando las mil personas positivas.

Con estos números el gobierno local decidió dar el siguiente paso para la reactivación económica y permitir eventos masivos.

Para la carrera en el circuito de la Magdalena Mixhuca se ha creado todo un plan para reducir los contagios y facilitar el accesos de los miles de espectadores: una plataforma donde las personas podrán subir sus documentos como constancia de vacunación o resultados de pruebas COVID para ayudar el acceso de alrededor de 100 mil espectadores por día, pero sobre todo reducir la posibilidad de contagios.

“El poder realizar esta carrera se debe al esfuerzo de las autoridades del gobierno de la Ciudad de México por alcanzar una cobertura de vacunación entre la población capitalina cercana al 100%, para cuando se realice el Gran Premio de la Ciudad de México 2021.

“El trabajo de este protocolo es el resultado de un trabajo en conjunto entre diversos equipos multidisciplinarios de Grupo CIE, basados en los lineamientos sanitarios para eventos de entretenimientos del Gobierno de la Ciudad de México y replicando las mejores prácticas en eventos nacionales e internacionales”, expresó Compeán.

¿Es posible un positivo?

Si bien la organización ha trabajado para ofrecer una experiencia placentera a los aficionados también están listos por si hay que actuar inmediatamente por un posible caso positivo. 

La F1 por si sola tiene un dispositivo de aislamiento si algún piloto o integrante de un equipo da positivo a pesar de haber pasado el primer test antiCovid y acceder a la burbuja, como ya fue el caso del piloto canadiense Lance Stroll que un día antes había dado negativo y 24 horas después presentó los primeros síntomas de la enfermedad.

Cuando los aficionados lleguen al circuito Hermanos Rodríguez pasarán un filtro sanitario, incluido un termómetro. Cuando la lectura no esté en los límites establecidos será separado del resto de los fanáticos.

“A esto (las pruebas Covid y/o certificado de vacunación) se suma el control que se realizará en los filtros sanitarios en los accesos de las entradas al Autódromo, en donde las personas que presenten temperatura superior a los 37.5°C o con otros síntomas visibles compatibles con el COVID-19, entrarán a un protocolo de atención a casos sospechosos”.

“Este protocolo consiste en tres pasos: el primero, es que los casos sospechosos serán llevados a una zona de aislamiento; posteriormente, se les tomará nuevamente la temperatura y serán revisados por personal médico, quienes podrán recomendar una prueba de antígenos; como último paso. En caso de dar positivo a la prueba aplicada, serán retirados del inmueble y se le notificará a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México”.

Con todas estas medidas, el Gobierno de la Ciudad de México y CIE esperan que otra vez la carrera cautive al mundo como lo ha hecho en las cinco ediciones previas en que fue nombrado el mejor evento del calendario.

Un inicio de una epidemia que pocos esperaban

El fin de semana del 13 al 15 de marzo de 2020 fue un momento clave en el mundo; mientras en el Foro Sol diversos grupos musicales eran parte del tradicional festival Vive Latino en Australia sonaban los motores de la Fórmula 1, calentando previo a lo que tenía que ser el arranque de un calendario histórico con 23 carreras del cual México sería parte en octubre.

Cuando la música dejó de sonar en el Autódromo Hermanos Rodríguez la tarde de ese domingo de marzo; la máxima categoría del automovilismo del mundo decidía en Oceanía que el campeonato no podría arrancar ante el avance del COVID19. En ese instante existía la esperanza de que conforme avanzaran las semanas el panorama se aclararía y la cancelación de la primera carrera sería solo un mal recuerdo de un momento de incertidumbre.

Pero los motores V6 híbridos no inundaron el circuito de la Magdalena Mixhuca en los meses posteriores, esos se cambiaron por las sirenas de las ambulancias que llevaban pacientes contagiados por el nuevo coronavirus al hospital temporal instalado en el edificio del paddock del trazado capitalino.

Conforme las semanas pasaron, la posibilidad de ver a la Fórmula 1 en México se desvanecieron ante el cierre de fronteras establecido en diversas zonas del mundo. En resumen, el país se quedó sin el evento deportivo que mayor proyección le había dado en los últimos años (no por un deseo propio, sino por una crisis sanitaria que pocos habrían imaginado su impacto global cuando los primeros casos surgieron en diciembre de 2019) y por el cual se habían apostado millones de dólares del sector privado y público.

Cuando 2021 llegó, México apareció en el calendario de la F1, pero el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Jean Todt, advertía desde un inicio que la temporada podía sufrir modificaciones. Australia, Japón, Singapur, fueron los primeros en caer, pero México se mantuvo y ahora el circuito capitalino se alista para recibir una carrera que significará el primer gran evento deportivo internacional a gran escala (de más de dos días) en el país desde el inicio de la pandemia el próximo 7 de noviembre.

Para el director general del Gran Premio de la Ciudad de México, Federico González Compeán, existe un sentimiento especial por ver de nuevo los motores rugir en el circuito, no solo para el evento, sino también para el país.

“Al margen de la pandemia, es una gran responsabilidad organizar un evento masivo y de la importancia internacional que tiene un evento de Formula 1. Somos el evento deportivo anual más importante que tiene el país y eso nos compromete a cuidar la seguridad de los asistentes”.

Si bien la Fórmula 1 ya ha tenido carreras con público este año con éxito como el GP de los Países Bajos, México está en el centro de atención, porque servirá como termómetro de lo que puede hacer una organización exitosa en tiempos complejos y que ha sorprendido al mundo en años anteriores. En resumen, marcar el camino para otros promotores como lo han hecho hasta ahora.