El empeoramiento de salud de un preso palestino en huelga de hambre por casi cuatro meses, suscitó llamadas al régimen israelí para que lo libere de inmediato.
Miqdad al-Qawasmi se negó a ingerir alimentos desde el 21 de julio para protestar contra su detención administrativa.
Preso sin cargos ni juicios. Miqdad al-Qawasemi, de 24 años, es uno de los cientos de palestinos detenidos en las cárceles israelíes sin saber de qué se le acusa. Se trata del sistema de detención administrativa que, según Amnistía Internacional (AI), viola el derecho a un juicio justo.El joven palestin
o hizo lo que hacen miles de los reclusos para protestar contra sus condiciones penitenciarias y presionar su liberación; se negó a ingerir alimentos desde el 21 de julio.
El recluso en huelga de hambre sufre pérdida de peso severa, baja frecuencia cardíaca, dificultad para respirar y dolores intensos en todo el cuerpo. Además ha comenzado a perder la memoria. Su madre denunció una orden israelí para devolver a su hijo a la cárcel, mientras su estado de salud se está deteriorando constantemente.
Muchos palestinos salieron a las calles de Cisjordania ocupada para expresar solidaridad con Al-Qawasemi y su familia. Además, exigieron la liberación inmediata de todos los presos en huelga de hambre.
Haciendo caso omiso al rechazo internacional, Israel mantiene de manera sistemática y extensa a prisioneros palestinos sin juicio o acusación y sin revelación de pruebas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) han criticado tal práctica y la han considerado una grave violación del derecho internacional humanitario y de los Derechos Humanos.
