Las células cancerosas pasan a la sangre predominantemente cuando la persona duerme

(Kreier F. Nature jun 23,2022. doi.org/10.1038/d41586-022-01724-w)
carlos abud
Primera parte

Metástasis se define cuando las células cancerosas se localizan en sitio distante del origen del cáncer y en este estudio, los investigadores demuestran que las células malignas pasan a la circulación durante la noche de manera predominante, tal y como reportó Qing-Jun Meng, cronobiólogo de la Universidad de Manchester en Reino Unido.

Así, los ritmos circadianos también influyen en la diseminación del cáncer, mencionó Nicola Aceto coautor del Instituto Federal Suizo en Zurich.

Los investigadores estudiaron la sangre de 30 mujeres hospitalizadas por cáncer de mama a las 4 am y a las 10 am y sorpresivamente la porción colectada a las 4 am, cuando las personas aún estaban descansando, conformaron el 80% de las células malignas circulantes identificadas.

Los científicos trasplantaron los tumores a ratones y observaron que la concentración era 88 veces mayor cuando los animales estaban descansando.

En el análisis crítico, hay que considerar que el sueño no es nuestro enemigo, que indica que las células malignas tienen proclividad para diseminarse cuando hay mayor pico de hormonas…más aún, se reconoce que las personas con cáncer quienes duermen menos de 7 horas, tienen mayor riesgo de morir.

Vitaminas y suplementos minerales para prevención de enfermedad cardiovascular y cáncer
(O’Connor EA et al. JAMA 2022; 21; 327: 2334-2347. doi: 10.1001/jama.2021.15650).

La enfermedad cardiovascular (ECV) y cancer, son causas líderes de muerte. Los suplementos con vitaminas y minerales se proponen como estrategia preventiva para ambas enfermedades a través de bases teóricas científicas que incluyen disminuir estrés oxidativo, inflamación y metabolismo de metionina y en los EEUUA más de la mitad de sus habitantes incluye por lo menos uno de estos suplementos a su dieta.

Hace más de una década pulularon estudios de vitaminas anti-oxidantes (C, A y E) en personas con riesgo de ECV y aún en infartados y no hubo evidencia de beneficio.