La caefa fiscal que se vuelve política

“Nuestro sistema fiscal es una maravilla: El que tiene más, paga más, y el que tiene menos también paga más.” Jaume Perich, escritor y humorista Español.

La propia palabra “impuesto” lo dice todo, no deja lugar a dudas, es algo que nos mandan cumplir nos guste o no; para el estado –gobierno- son las contribuciones que por norma cubrimos los ciudadanos.

Con diversos nombres, regulaciones y normas el gobierno se encarga de cobrar a los ciudadanos impuestos, productos, derechos y aprovechamientos, todos con dos fines la manutención del estado mismo, es decir su aparato burocrático y el beneficio general de la sociedad a través de obras y servicios.

Así las cosas, las tasas impositivas en cualquiera de sus conceptos son elementos fundamentales de los ingresos públicos, para proporcionar seguridad, alumbrado, agua, luz, drenaje, limpia, calles, carreteras y programas que ayuden a disminuir la brecha entre los que más y menos tienen, es decir, generar mejores oportunidades de vida pues.

No podemos dejar de lado que el hombre escogió vivir en sociedad y autogobernarse por ello buscó la forma de organizarse en sociedad; de inicio los impuestos y variantes eran exigidos por los gobernantes sin mediar nada es decir la gente pagaba lo que les ordenara.

La historia ha dado cuenta de innumerables atropellos basados en la obligación de pagar tributos a déspotas gobernantes (reyes, duques, faraones y presidentes por igual) en diferentes épocas y regiones del mundo, ejemplo de lo anterior son los impuestos creados por Antonio López de Santa Anna por ventanas o perros.

En una democracia el pueblo es el que manda por ello las cargas que el gobierno le impone han ido pasando en la historia de ser voluntad de un solo hombre a procesos normados.

En México la Constitución en su artículo 31 fracción IV señala como obligación de los mexicanos “Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”; por tanto el principio de las contribuciones en México son la proporcionalidad y la equidad, que son reconocidos desde la Revolución Francesa en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Por proporcionalidad la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostiene que consiste en que los sujetos pasivos (los gobernados), tanto personas físicas como morales, debemos aportar una parte justa y adecuada de nuestros ingresos, utilidades, rendimientos o la manifestación de riqueza gravada; mientras que por equidad se entiende de aplicación por igual, trato igual para todos los contribuyentes, de igual manera la Corte ha sumado el principio de Legalidad es decir las cargas contributivas deben estar señaladas y reguladas en una Ley u ordenamiento.

Además de estos principios Constitucionales se debe considerar en la elaboración de una carga a la sociedad los elementos de: Objeto, Fuente, Base, Unidad y Cuota; el objeto es la actividad o cosa que motiva el gravamen; la Fuente es el monto de riqueza de la persona; la base el monto a gravar sobre la cuantía de la cosa; la unidad es la medida (kilos, metros cuadrados) sobre la que impone el impuesto y la cuota es la cantidad en dinero recibida por la medida señalada.

Así las cosas, los impuestos no son producto de una voluntad ya sea partidaria, ideológica o de conveniencia deben de partir de la consideración legal para su creación e imposición a los ciudadanos.

CONCLUYENDO.

He seguido con atención el revuelo que ha causado el incremento que han tenido diversos conceptos o cargas impositivas en la Ley de Ingresos del Ayuntamiento de San Luis Potosí, sobre todo en 2 rubros: El catastro y el Traslado de Dominio, aunque también los hay en multas y derechos.

El debate se ha centrado en la revisión técnica hecha por el Legislativo a la propuesta de Ley del Ayuntamiento, a lo que los Diputados han contestado aludiendo que fue una propuesta del Municipio y sí.

Pero por muy propuesta del Municipio que haya sido la revisión es del Legislativo, que para eso es el facultado en legislar y revisar las propuestas que hacen los 58 Municipios potosinos.

Unos y otros, Ayuntamiento y Congreso deben centrar su estudio en la proporcionalidad y la Equidad, no solo en los números o en la responsabilidad o costo políticos.

Por cierto, creo que un elemento más – y aprovechando que la inercia es la inclusión y la participación democrática de los ciudadanos en las decisiones del Estado, lo que insisto no es un regalo, nosotros se los permitimos y somos sus jefes- debe ser la participación de la sociedad en las propuestas de Leyes de Ingresos.

Los ciudadanos debemos asegurarnos que lo recaudado se emplee bien y se gaste mejor, se utilice en lo que se requiere no en el cálculo de lo político sino de los social.

Se entiende que los impuestos son necesarios, pero otro elemento fundamental que se debe considerar e incentivar es la capacidad de recaudación; de nada sirve crear o aumentar impuestos si no los vas cobrar.