La abstracción de Aníbal Delgado

El Museo Cabañas presento a partir del 13 de agosto la exposición “De cuando la Tierra era plana y los diamantes brillan”.
Aníbal Delgado

Ha llevado su obra a diversos puntos del mundo.

El pintor jalisciense Aníbal Delgado inauguro el pasado viernes 13 en el Museo Cabañas la exposición “De cuando la Tierra era plana y los diamantes brillan”, una selección de obras abstractas en el formato de óleo y acrílico sobre madera.

La obra estará montada en las salas 9 a la 12 del museo y podrá disfrutarse desde este viernes hasta el 28 de noviembre.

Para el artista el formato de pintura sobre madera permite “retomar los orígenes, la pintura antes de que se usara la tela se pintaba más sobre madera que sobre otros soportes.

No lo hice pensando en eso: lo hice en relación a que en un periodo muy extenso de mi actividad pictórica estuvo relacionado con una producción de enmarcado y de embalaje. La cercanía con la madera me proporcionó esta condición de solidez que es muy diferente a la que brinda la tela”.

“En la tela es muy al ataque de la superficie, se deforma con mucha facilidad: aquí topa uno con cada pincelada. Es una particularidad con este tipo de soporte, me gusta mucho”, anota.

Aunque el nombre de la muestra no se vincula explícitamente con las piezas, de corte abstracto: “El título está tomado de una manera completamente arbitraria, propiamente no llevan nombres las obras.

No tienen ese carácter de abstracción porque la intención es que se comporten de una manera única, singulares. No establecen una condición de generalidad.

Es importante para mí que cada una tenga una presencia única, aunque la geometría sea la misma, los resultados pictóricos son completamente singulares”.

Aunque las piezas guardan una relación estética por su manera de pintar, el resultado es independiente: “No hay un hilo conductor visual de una pieza a otra, para conservar esta condición de singularidad. Sí lo hay conceptual, pero no es visual.

La condición conceptual está dada en el modelo de unicidad, que está basado en algo tan importante para Schopenhauer: el principio de individuación. Ese hilo conductor lo tengo desde hace algunas decenas de años. No lo he modificado, me parece sumamente interesante”.