Desde que habitaban los mazatlincas esta zona, hace ya más de cinco mil años, se trabaja la alfarería.
La magia del pueblo de Metepec está en las manos de sus artesanos que transforman el barro en hermosas piezas que muestran la fusión de dos culturas.
Este Pueblo Mágico combina construcciones modernas, como el Centro Panamericano de Ecología o la Sede del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, con edificios coloniales como el Convento e Iglesia Franciscana del siglo XVI de fachada barroca, obra de artistas indígenas, y el Templo el Calvario de estilo neoclásico del siglo XVIII.
En Metepec existen cientos de artesanos cuyas familias se dedican a la alfarería, considerada la principal actividad del municipio.
La representación icónica del arte de Metepec es el Árbol de la Vida.
Las compras y recuerdos de viaje son bellas piezas elaboradas en barro, cerámica policromada, cestería y vidrio soplado.
Destacan en la cocina de Metepec la barbacoa y los tamales de charal; y otros platillos clásicos del lugar como la ensalada de plaza, o unos tacos placeros; como bebida, lo típico es «la garañona».
Como postre, lo típico son los dulces de calabaza y el pan de pulque.
