El empleado de una gasolinera en El Salvador se rifó rescatando a dos perritos del frío
Leer historias de perritos nos dan vida y levantan nuestros ánimos cuando más lo necesitamos. Ver a todos estos hermosos animales disfrutando y pasándola bien nos llena de felicidad; sin embargo, lo mismo ocurre con aquellos héroes sin capa que se dedican a cuidarlos y ver que no les falte nada. Justo como el caso que estamos por contarles, pues el empleado de una gasolinera se llevó las palmas de much@s por rescatar doggos.
Esta historia se dio a conocer a inicios de junio pero que volvió a resonar recientemente gracias a su protagonista, Steven Rosales, un despachador de gasolina que trabaja en el municipio de El Salvador. De acuerdo con un usuario de redes sociales –quien logró capturas las imágenes que más tarde verán–, notó que este hombre se encontraba en su horario laboral cuando se encontró con un par de lomitos que morían de frío.
Es por eso que sin pensarlo, el empleado de la gasolinera de inmediato puso manos a la obra para ayudar a los perritos. Consiguió un par de cobijas con las cuales los abrigó, además de que les dio de comer y cada que podía, se daba un break de la chamba para ver cómo estaban, pero en general casi siempre estaba al pendiente de ellos. Por supuesto que un cliente vio esta maravillosa postal y no dudó ni un segundo en grabarlo para compartirlo en el internet de las cosas.
Sin embargo, y de acuerdo con distintos medios, más tarde otro ciudadano llamado Víctor Mauricio Panameño acudió al mismo lugar donde vieron a este hombre y preguntó por la persona que había ayudado a los doggos. Steven lo saludó y le contó que en sus tiempos libres se dedica a ayudar a los animales desamparados que llegan a encontrarse en la calle, así que para él, esta clase de acciones son muy normales en su día a día.
Respecto a los perritos que rescató, el emplead dijo que ese día había llovido gacho y que los peludos se encontraban mojados y temblando de frío, así que decidió buscar las cobijas para poder abrigarlos del clima. Por ahora, estos lomitos viven en la gasolinera donde trabaja y todos los días los alimenta, aunque no descarta la posibilidad de que llegue alguien que pueda llevárselos y así darles todo el amor que se merecen.
