El tercer informe en los hechos

·  “Hechos, no palabras” frase usada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en sus spots promocionales del tercer informe de gobierno

Emigdio Ilizaliturri

En unos días más el Presidente Andrés Manuel López Obrador, rendirá su tercer informe de labores; es por ello que dentro del marco legal el Gobierno de la República publicita –una semana antes y una después- los logros y avances de los compromisos establecidos y que se transformaron en su momento en planes, programas, obras e inversiones.

En estos spots es de llamar la atención que el Presidente, después de enumerar sus avances, mencione la frase “hechos no palabras” como si no existieran datos diferentes a sus personalísimos otros datos y que ponen en la mesa una realidad que la llamada Cuarta Transformación no quiere ver y mucho menos mencionar.

Qué bueno que el Presidente hable de hechos, porque hechos ineludibles son los datos y cifras que organismos autónomos, nacionales e internacionales han dado a conocer.

Hechos y no palabras, es la parafernalia del poder que continua en todo su esplendor, hoy no hay un día del Presidente, todos los días son días son del Presidente por medio de su mañanera, así como de su informe de aniversario por el “gran triunfo democrático” del uno de julio, la festividad de la toma de protesta en diciembre y el obligatorio en septiembre.

Hechos y no palabras son el querer silenciar a los que disienten del régimen por medio de descalificaciones y exhibiciones, a través de su segmento en la mañanera “Quien es Quien en los medios”.

Hechos y no palabras son el pretender gobernar de forma unipersonal avasallando a la oposición al más viejo y puro estilo priísta de los años cincuenta.

Hechos y no palabras es que no se acabó la corrupción, y para muestra Bartlett, Irma Eréndira, los hermanos del Presidente y demás camarilla en el Gobierno; las adquisiciones de bienes y servicios de forma directa y las adjudicaciones de obras sin licitación que son inmensamente mayores que en todos los sexenios anteriores.

Hechos y no palabras es que no se combate la pobreza, más bien se homologa, y para muestra los resultados del CONEVAL que arrojan cuatro millones más de mexicanos pobres que en 2018.

Hechos y no palabras es que no se mandó al ejército a los cuarteles, al contrario, hoy se pretende que la Guardia Nacional se adscriba orgánicamente a la Secretaría de la Defensa nacional.

Hechos y no palabras es que el combate a la delincuencia es un fracaso, más de 94 mil homicidios dolosos, territorios que controla abiertamente el crimen y en los que la ciudadanía tiene que pedirles permiso para buscar a sus muertos, feminicidios y violencia sin control.

Hechos y no palabras son el fracaso en la adquisición de medicamentos contra el cáncer, VIH – SIDA, entre otros, que no llegan a los hombres, mujeres y niños que mueren ante la falta de estos, así como la pésima cobertura de los servicios médicos públicos; el manejo de la pandemia con todo y sus oscuras cifras de muertes e infecciones y la lentitud en la vacunación que no llega a las metas establecidas.

Y un largo, larguísimo etcétera más; estos son los otros datos de los que no quieren ver, ni oír y mucho menos hablar.
Son tristes los hechos más que las palabras.

CONCLUYENDO

Esta sección de mi colaboración ha sido siempre el colofón de la misma, por esta vez mi querido lector quisiera aprovecharla para reflexionar sobre un tema local que no quisiera dejar pasar, me refiero al desistimiento del PRI al proceso de impugnación de la elección de Gobernador, interpuesta por los Partidos integrantes de la Coalición Sí por San Luis, por medio de su Dirigente Estatal Elías Pesina.

  1. Lo primero que hay que decir es que el retiro del PRI de proceso impugnatorio, no tiene ningún efecto de fondo legal en la controversia interpuesta, esta continua, deberá agotar la instancia y ser resuelta por la Sala del Tribunal con sede en la Ciudad de Monterrey.
  2. Como diría Cantinflas “ahí está el detalle”, si no es de impacto legal ¿Cuál es el motivo del desistimiento?, esa es la pregunta que el Dirigente Estatal del PRI debe responder a la militancia de ese Instituto Político, y que por favor no salga con el cuento de la hoja firmada en blanco, que eso no implicaba desistirse.
  3. Yo pertenecí aun PRI que pudo haber sido muchas cosas, pero nunca falto de lealtad, tamaños y convicción, en lo que queda de este PRI, me da gusto no estar.