El lado político del Mundial Brasil 2014

El Mundial de Fútbol de Brasil 2014 ya está aquí. El partido inaugural lo disputarán este jueves la selección anfitriona y Croacia en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, inmueble que, a un día de su debut, permanece inacabado, pese a que se le invirtieron 450 millones de dólares. De acuerdo con medios internacionales, el 30% de la población en Brasil sufre algún grado de pobreza.
Una agencia de noticias a nivel internacional te presenta el contexto político y social en el que se desarrollará la Copa Mundial:
1. Hace un mes, un grupo de manifestantes quemó neumáticos a las afueras de la construcción del Itaquerao, nombre por el que es mejor conocido la Arena Corinthians. «Queremos casas nivel FIFA», reclamaban ante el millonario gasto que representa la organización de e l Mundial.
2. Cuatro mil sindicalistas del grupo ‘Sin Techo’ bloquearon diversas vialidades de Sao Paulo. La asociación había ocupado desde hace un par de semanas un terreno baldío a pocos kilómetros de la Arena Corinthians.

3. El 5 de junio estalló la huelga en Sao Paulo. La Unión de Trabajadores del Metro de este distrito detuvieron sus actividades, en demanda de un aumento de salario. De momento se levantó el paro, al ser considerado ilegal, pero amenazan con reanudarlo el jueves, el día de la inauguración del Mundial. El metro de Sao Paulo es considerado el primer medio de transporte para acceder al Itaquerao.
4. Un grupo de 500 profesores, con aproximadamente un mes de huelga, se manifestaron una semana antes, en una importante avenida de Sao Paulo en demanda de mejores salarios.
5. También en la capital, Brasilia, se han registrado incidentes. A finales de mayo, un grupo de 300 indígenas armados con arcos y flechas se enfrentaron a agentes policiales a las afueras de uno de los estadios recién creados. El grupo de manifestantes vestidos con indumentaria tradicional se quejaba de una ley que amenaza con reducir las reservas de los grupos autóctonos.

6. Ante las críticas, la dirigente del país sudamericano, Dilma Rousseff, ha defendido públicamente la inversión de 11 mil millones de dólares –cinco veces el presupuesto del mundial pasado en Sudáfrica 2010–, estimado que se hace sobre el costo del mundial, pues asegura que el mundial dura un mes, mientras que los beneficios permanecerán para el pueblo brasileño. Además, resaltó que el país había gastad 212 veces más en salud y escuelas que en la construcción de las canchas.
Hace un año, en el marco de la Copa Confederaciones, ya se habían registrado protestas y manifestaciones. Unas 300 personas quemaron neumáticos afuera del estadio nacional de Brasilia, por el elevado coste que presupondría el mundial, así como por las expropiaciones de diversos lugares en seis sedes para los partidos. En ese entonces, Sin Techo estimó que, tan solo en la capital sudamericana, había unas mil 600 personas que vivían en situación de calle.
En México
En México, el tema del Mundial de fútbol también ha generado tensión en el ambiente político. Martí Bartres, dirigente de Morena, repudió calendarizar el debate de las leyes secundarias durante el evento, al considerar que la gente está entretenida con el fútbol mientas que, a sus espaldas, se aprueban legislaciones lesivas en contra de la población.
En el mismo tenor, Miguel Barbosa tildó de distractor el debate durante el mundial de fútbol. ‘Un pueblo no atento, un pueblo que está pensando en otra cosa, esa es la intención’, señaló en entrevista con un Diario de circulación nacional.
Por otra parte, para el senador David Penchyna, consideró un ‘debate de idiotas’ si la discusión de las leyes secundarias tenía lugar durante la justa de fútbol. Para el priísta hay temas más relevantes, como la mejor explotación de los recursos de la nación, que si la legislación se lleva a cabo durante Brasil 2014.