¿Cuál fue la razón por la que Beethoven se quedó sordo?

Su vida no fue fácil, especialmente su infancia, con un padre alcohólico obsesionado con convertirlo en un niño prodigio.
¿Cuál fue la razón por la que Beethoven

Ludwig Van Beethoven, uno de los compositores más importantes de todos los tiempos. Pese a ello, la vida del músico no fue nada fácil, especialmente su infancia.

Nació en Bonn, Alemania, en el seno de una familia humilde, y su infancia estuvo sometida a los castigos de su padre, alcohólico, quien durante largas horas lo hacía trabajar ante un pequeño clavicémbalo.

Johann también era músico, pero no tuvo demasiado éxito, por lo que estaba obsesionado con convertir a su hijo en un segundo Mozart.

Aunque no se sabe exactamente qué día nació ya que solo se conserva la inscripción de su bautizo, el 17 de diciembre de 1770, se supone que no habían pasado más de dos días porque antiguamente bautizaban a las personas rápidamente, por lo que se considera que vino al mundo el 16 de diciembre.

Desde pequeño Beethoven mostró grandes dotes para la música. Tanto que con tan solo siete años ofreció su primer concierto público en Colonia.

En 1782, cuando tenía once años, Beethoven publicó su primera composición, titulada Nueve variaciones.

Un año después, su profesor escribió en la Revista de Música acerca de él: «Si continúa así, como ha comenzado, se convertirá seguramente en un segundo Wolfgang Amadeus Mozart».

Pese a sus dotes y al éxito que cosechaba, su carrera y su vida pasaron por un punto de inflexión a causa de su sordera, pues que un músico se quedase sordo se consideraba una desgracia.

En 1802, el artista escribió una carta a sus hermanos, conocida más tarde como Testamento de Heiligenstadt, donde se mostraba preocupado por su pérdida de audición y en la que afirmaba que incluso había contemplado el sucidio. Sin embargo, Beethoven siguió componiendo.

Es en esta etapa cuando llegaron piezas de un estilo muy identificable como ‘Claro de luna’, ‘Patética’, ‘Sonata para piano nº 8’ y ‘Para Elisa’.

Los últimos siete años de Beethoven estuvieron marcados por la soledad y la introspección. Socialmente era visto como una persona desaliñada y caótica.

No obstante, y aunque la sordera prácticamente ya era definitiva, fue la época en que creó sus obras más avanzadas como ‘la 5ª Sinfonía’, ‘los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano’, ‘la Misa Solemnis’ y ‘la Novena Sinfonía’, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y convertida luego en Himno de Europa.

A través de los años se ha publicado una gran cantidad de artículos en los que se menciona una variedad de diagnósticos y posibilidades clínicas que tratan de explicar la causa de la sordera del músico.

Muchas de ellas se han aceptado como posibles causas agregadas y otras más, en definitiva, no han podido demostrarse.

Los médicos que trataron a Beethoven siempre pensaron que la sordera se debía a sus problemas intestinales.

La fiebre tifoidea murina, trasmitida por ratas infectadas con Rickettsia typhi, era endémica en Europa en la época que vivió Beethoven.

Hay evidencias escritas de que Beethoven, en el verano de 1796, tuvo un cuadro infeccioso severo.

LAS HIPÓTESIS SOBRE LA SORDERA DEL GENIO

Otros diagnósticos mencionados son traumatismo acústico, alcoholismo, congestión cerebral o secuelas de traumatismo craneoencefálico, entre otras muchas.

En 1879 se dijo que Beethoven padeció sífilis y más tarde que su sordera era sifilítica, que se produce por lesiones del hueso temporal.

Desde el año 2000, cuando se dio a conocer el alto contenido de plomo en los cabellos de Beethoven, surgieron muchas publicaciones, sobre todo periodísticas, acerca de que todas sus enfermedades, incluso la sordera, tenían como causa el saturnismo, una enfermedad crónica causada por una intoxicación con sal de plomo, peor los científicos lo único que afirmaron fue que el saturnismo pudo contribuir a su larga enfermedad, a su repercusión en la personalidad y, posiblemente, a su muerte.

Aunque realizar conclusiones diagnósticas retrospectivas de pacientes que vivieron en otras épocas es un reto difícil de precisar, la gran cantidad de información generada en el caso de Beethoven, a través de 200 años, «nos brinda una vasta información indirecta y, de acuerdo con las evidencias recabadas, podemos tener como primera posibilidad diagnóstica de la sordera de Beethoven, hipoacusia sensorineural probablemente autoinmunitaria, y como segunda posibilidad, otosclerosis coclear», señala el otorrino mexicano Joel Heras-Espinoza en el ensayo «La sordera de Ludwig van Beethoven».

Muchos médicos que apoyan esta posibilidad, por lo que la sordera del genio se debería a una pérdida sensorial que afecta al oído interno o bien al nervio auditivo.

En ambos casos, el sonido se transmite correctamente a través del oído externo y medio, localizándose la limitación en el oído interno.