Afganistán estaría cerca de colapso económico; enviada de la ONU pide ayuda

Afganistán podría estar cerca de un histórico colapso económico tras la llegada al poder de los talibanes; una enviada de la ONU pidió ayuda internacional para evitar una catástrofe.
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La enviada de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons, instó el jueves al mundo a mantener el flujo de dinero pese a denuncias de asesinatos de represalia por parte de los talibanes, para evitar un colapso histórico del país.

En una reunión con el Consejo de Seguridad, Lyons dijo que «hay que encontrar un modus vivendi y rápidamente que permita que el dinero fluya a Afganistán para evitar un colapso total de la economía y el orden social».

«También nos preocupa que pese a las numerosas declaraciones que otorgan amnistías generales al personal de la ANDSF y a quienes trabajaron como funcionarios públicos, hay alegaciones creíbles de asesinatos en represalia», señaló, refiriéndose al colapso de las Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional afganas respaldadas por Occidente.

Lyons dijo que la falta de flujo de dinero, habría «una grave recesión económica que podría arrojar a muchos más millones de personas a la pobreza y el hambre, puede generar una oleada masiva de refugiados de Afganistán y, de hecho, hacer retroceder a Afganistán durante generaciones».

Más temprano, la directora para Asia-Pacífico del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), Kanni Wignaraja, aseguró que Afganistán corre el riesgo de sumirse aún más en la pobreza y pidió «una acción urgente» a la comunidad internacional.

En la actualidad, el 72% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza (con menos de un dólar al día) y esta tasa podría aumentar a 97% a mediados del próximo año, declaró en una rueda de prensa.

«Nos enfrentamos a un colapso total del desarrollo, además de las crisis humanitarias y económicas» que están afectando a Afganistán, dijo.

Para el PNUD, las razones de esta alarmante situación provienen de la pandemia de covid-19 y la transición política, en un contexto de congelación de las reservas de divisas, aumento de la presión sobre el sistema bancario y aumento de la pobreza.

Desde Estambul, Abdalá Al Dardari, responsable del PNUD en Afganistán, señaló que el 70% de la economía afgana se basa en el comercio informal realizado por mujeres.

Las mujeres son la «espina dorsal» de la economía, dijeron los agentes del PNUD, al subrayar la importancia de preservar sus activos.

Para evitar esta caída en la pobreza, la agencia de la ONU desarrolló un paquete de intervenciones para ayudar a los más vulnerables, incluyendo la salvaguarda de los derechos de las mujeres y las niñas.

El Secretario General de la ONU, Antonio Gutiérrez, convocó el lunes una conferencia internacional en Ginebra para acelerar la entrega de ayuda humanitaria a Afganistán.