Por: El Diablo Cojuelo

CORRUPCIÓN – La reciente destitución de Adrián Cortázar Ruiz y seis funcionarios de Protección Civil de la capital evidencia nuevamente cómo las anomalías en la administración pública afectan directamente a los ciudadanos. La apertura de una investigación interna, tras denuncias de irregularidades en la expedición de licencias y aprobación de planes empresariales, refleja que los mecanismos de control a veces llegan tarde y solo después de que la ciudadanía señala los problemas. Mientras tanto, vecinos y empresarios se ven expuestos a decisiones cuestionables que ponen en riesgo la seguridad y el orden urbano. Las sanciones y cambios de titular, aunque necesarios, no subsanan el desgaste de confianza en la institución, ni garantizan que prácticas similares no se repitan. Los potosinos necesitan procesos transparentes, supervisión constante y rendición de cuentas efectiva, más allá de destituciones simbólicas, para que la protección civil cumpla con su función primordial: cuidar la vida y el patrimonio de la población.
DESORDEN – El Centro Histórico de San Luis Potosí enfrenta un problema que afecta tanto a residentes como a visitantes: calles y plazas saturadas de basura y aromas desagradables. La acumulación de desechos genera focos de infección, proliferación de roedores e insectos, y una percepción de abandono que opaca la riqueza histórica y cultural de la zona. Los ciudadanos reportan que, pese a la cantidad de turistas y actividades económicas, la recolección de residuos es irregular y los contenedores insuficientes. Además, los olores fétidos se intensifican en horas de calor, dificultando la convivencia y la movilidad de quienes transitan por el área. La situación evidencia la necesidad de un plan integral de limpieza, mantenimiento y conciencia ciudadana. No basta con la presencia de comercios y actividades culturales; la gestión urbana debe priorizar la higiene y la seguridad para que el Centro Histórico sea un espacio digno y saludable para todos.
CANINOS– En la capital potosina, se observa un creciente problema de perros en situación de calle que deambulan por la zona, representando un riesgo para la salud y la seguridad. La proliferación de terrenos baldíos ha permitido que estos animales se reproduzcan sin control, formando jaurías de hasta 30 ejemplares que recorren calles y lotes en busca de alimento. Los habitantes denuncian ataques y persecuciones, especialmente en horarios nocturnos o en calles con poca iluminación, lo que incrementa la sensación de vulnerabilidad. Esta situación refleja la falta de atención preventiva ante un problema que afecta directamente la vida cotidiana de la comunidad. La ciudadanía exige medidas inmediatas: programas de control animal, desazolve de terrenos, campañas de concientización y coordinación entre autoridades municipales y estatales. No se trata solo de proteger a los vecinos, sino de garantizar un entorno seguro y saludable en la ciudad.
MOTORES– En San Luis Potosí, entre 12 y 16 motociclistas sufren accidentes diariamente, de los cuales cerca de 3 pierden la vida y 4 quedan con lesiones permanentes. Las zonas más afectadas son la Zona industrial, Periférico, y avenidas principales lugares donde la velocidad y las colisiones son protagonistas. Este alarmante panorama refleja la vulnerabilidad de quienes usan este medio de transporte, muchas veces obligado por necesidad económica o falta de alternativas de movilidad seguras. La ciudadanía exige medidas inmediatas: reforzamiento de normas de tránsito, control de velocidad, señalización adecuada y campañas de prevención dirigidas a conductores y peatones. Mientras tanto, familias enfrentan el dolor de pérdidas irreparables y consecuencias físicas de por vida. Los accidentes no son solo estadísticas: son vidas truncadas, familias afectadas y un recordatorio urgente de la necesidad de priorizar la seguridad vial en todos los niveles.
DEPRESIÓN – La depresión entre estudiantes universitarios en San Luis Potosí se ha convertido en un problema silencioso pero creciente. Las largas jornadas académicas, la presión por el rendimiento y las dificultades de movilidad para acceder a los planteles afectan directamente la salud mental de los jóvenes. Muchos estudiantes de zonas periféricas deben recorrer largas distancias, a veces en transporte inseguro o saturado, lo que aumenta el estrés y la ansiedad. La falta de programas de apoyo psicológico y espacios de contención dentro de las universidades profundiza el problema. Esta situación obliga a cuestionar las prioridades y a reflexionar sobre el bienestar integral de quienes buscan formarse para el futuro. La depresión no es un asunto individual: impacta en el rendimiento, en la convivencia y en la vida social de los jóvenes. Es urgente implementar estrategias preventivas y asistencia profesional accesible para evitar que la educación se convierta en un riesgo para la salud mental.
FAMILIA– La violencia familiar sigue siendo uno de los desafíos más preocupantes en San Luis Potosí. A pesar de los esfuerzos coordinados entre distintas dependencias municipales, los casos de agresión en el hogar persisten, afectando a mujeres, niños y adolescentes, y dejando secuelas físicas y emocionales profundas. La atención no siempre llega de manera oportuna, y muchas familias se sienten desprotegidas frente a situaciones de riesgo. Las campañas de prevención y los programas de apoyo requieren reforzarse y ser accesibles para todos los sectores, especialmente en zonas donde la denuncia resulta más complicada por miedo o desconocimiento de los mecanismos legales. La violencia intrafamiliar no solo daña a las víctimas, también deteriora la convivencia comunitaria y genera un clima de inseguridad en los barrios. Es momento de que la sociedad y las autoridades intensifiquen estrategias concretas de protección y acompañamiento, priorizando la seguridad de quienes más lo necesitan.
TRAGEDIA – Las recientes lluvias en San Luis Potosí han dejado un saldo mortal que evidencia la vulnerabilidad de la población frente a fenómenos naturales. Con el reporte de 48 fallecidos en varias entidades del país, el estado se suma a la lista de regiones afectadas, donde los ciudadanos enfrentan no solo inundaciones, sino también riesgos en sus viviendas, calles y caminos. Vecinos de colonias bajas y comunidades rurales han vivido la angustia de perder pertenencias y sufrir daños materiales, mientras que el desbordamiento de ríos y arroyos evidencia la insuficiencia de los sistemas de drenaje y prevención. La tragedia subraya la necesidad de fortalecer la infraestructura urbana y los protocolos de alerta, así como la coordinación efectiva entre autoridades y ciudadanos. Cada vida perdida es un recordatorio de que la protección frente a lluvias intensas sigue siendo un reto pendiente en San Luis Potosí.



