Restos humanos fueron hallados dentro de una maleta en un aeropuerto de Florida

El viajero implicado aseguró que los materiales incautados tenían un fin ceremonial, pero la agencia federal recordó que este tipo de objetos requieren permisos especiales

Oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) confiscaron restos humanos, incluidos fragmentos de cráneo, en el equipaje de un pasajero el 18 de septiembre en el Aeropuerto Internacional de Tampa, en Florida. El hallazgo, ocurrido durante una inspección de rutina, involucra normativas federales de sanidad y controles fronterizos y ha generado reacciones de las autoridades estadounidenses responsables.

La medida fue informada por la propia CBP y confirmada a través de una comunicación pública realizada por Carlos C. Martel, director de Operaciones de Campo. Según distintos medios, el equipaje confiscado también contenía puros no declarados y plantas consideradas prohibidas por la legislación estadounidense.

La incautación representa uno de los casos recientes en los que CBP interviene el ingreso de restos humanos o materiales biológicos a territorio estadounidense sin la documentación y permisos apropiados, y expone los riesgos legales y sanitarios de trasladar este tipo de objetos. Las restricciones federales sobre el transporte internacional de restos humanos buscan evitar la importación de elementos que puedan poner en peligro la salud pública, de acuerdo con normativas de agencias como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

El 18 de septiembre, en el Aeropuerto Internacional de Tampa, un pasajero procedente del extranjero fue sometido a una inspección manual de su equipaje por parte de los agentes de CBP. El viajero había declarado diez puros, lo que despertó la atención de los oficiales, quienes procedieron a realizar una búsqueda adicional.

Durante la revisión, los oficiales detectaron un bolso de lona envuelto en papel de aluminio. Al abrirlo, identificaron materiales orgánicos que incluían lo que se presume son fragmentos de un cráneo humano, además de plantas prohibidas bajo la regulación estadounidense y más puros no declarados.