Por: El Diablo Cojuelo

ANTIDOPING – El reciente antidoping a policías de los 59 municipios de San Luis Potosí llega en un momento en que la ciudadanía desconfía de sus fuerzas del orden. Si bien la medida puede interpretarse como un intento por “depurar” corporaciones, también deja entrever la gravedad del problema interno: ¿por qué hasta ahora? ¿Qué ocurre en los cuerpos policiacos que justifica esta acción? La falta de transparencia y las denuncias ciudadanas sobre abuso, omisiones y complicidad con el crimen obligan a estas medidas. Sin embargo, no basta con hacer exámenes aleatorios: se requiere una reestructuración de fondo en materia de formación, protocolos, supervisión y control interno. El antidoping no debe convertirse en espectáculo de limpieza, sino en parte de una estrategia más amplia para recuperar la credibilidad de los uniformados. La seguridad se construye con confianza, y ésta no se gana con saliva, sino con acciones visibles y coherentes.
FEMINICIDIO – Tras el asesinato de Sandra Revilla, la Fiscalía potosina logró la detención de dos presuntos responsables, uno de ellos ya preso por otros delitos. El caso fue investigado bajo perspectiva de género, según la fiscal María Manuela Cázares, y atendido con acompañamiento a la familia. Aunque se reconocen estos esfuerzos, es vital señalar que la justicia no debería depender del ruido público ni de la presión mediática. El feminicidio, más que un crimen, es una expresión brutal de desigualdad estructural, y solo se combate con políticas que vayan más allá del castigo. Es urgente evaluar los tiempos, recursos y obstáculos que enfrentan las familias para lograr una resolución. Además, ¿cuántos casos más siguen sin investigarse con el mismo rigor? El sistema judicial no puede seguir operando bajo la lógica de “quien más grita, más atención recibe”. La justicia debe ser pareja, rápida y efectiva para todas.
TRANSPORTE – Con las lluvias, los taxis y plataformas como Uber aumentan sus tarifas hasta 700%, generando indignación entre usuarios potosinos. La SCT estatal guarda silencio mientras los choferes se aprovechan del caos vial para lucrar con la necesidad de la gente. Es cierto que la lluvia complica la circulación, pero también es cierto que no hay justificación ética ni legal para subir así los precios. Mientras tanto, el transporte público tradicional desaparece, camiones se retrasan y los más afectados son los que no pueden pagar. Urge establecer una regulación efectiva de precios dinámicos y garantizar el servicio público en condiciones climáticas adversas. El transporte no puede seguir siendo una ruleta de suerte donde los ciudadanos rezan por no ser extorsionados. Si el Estado no garantiza la movilidad, lo mínimo que puede hacer es impedir que se abuse de ella. Que llover no sea excusa para robar.
AUTOPISTA – Los trabajos en la carretera 57, particularmente entre San Luis Potosí y Querétaro, generan molestias pero también evidencian la necesidad de mantenimiento estructural. El cierre del carril izquierdo provoca tráfico lento y desesperación en los automovilistas, quienes ya enfrentan la presión de las lluvias. Esta vía es una de las más transitadas del país y vital para el comercio e industria de la región. Si bien las obras son necesarias, es preocupante que no se informe con anticipación adecuada ni se implementen rutas alternas efectivas. Además, la señalización sigue siendo deficiente, lo que pone en riesgo la seguridad. La modernización de las carreteras no puede basarse solo en parches o medidas temporales. Urge un plan integral de infraestructura que considere también los efectos del cambio climático. La movilidad eficiente no se logra solo con concreto: se necesita planeación, comunicación y respeto al tiempo del ciudadano.
LLUVIAS – El alcalde Galindo minimiza los encharcamientos graves como si fueran simples charcos: “pasa en cualquier ciudad”, dice. Pero en San Luis Potosí, donde la falta de drenaje pluvial y la basura sin recoger son cotidianos, las lluvias se transforman en catástrofes urbanas. El Bulevar Río Españita y avenidas como Salvador Nava se convierten en ríos peligrosos para peatones y conductores. Este jueves, un chofer tuvo que ser rescatado tras ignorar una restricción vial. Lo irónico es que una marca de papas fritas ironizó el desastre en redes. ¿Y la autoridad? Calla o se burla. Mientras no haya políticas de mantenimiento, recolección de basura, y cultura cívica, San Luis Potosí será una ciudad vulnerable. El problema no son las lluvias, sino los gobiernos que niegan su responsabilidad y no invierten en soluciones. Las inundaciones no son anécdotas: son síntomas de abandono institucional.
HURACÁN – El huracán Erick ya se siente en la capital potosina con lluvias persistentes desde esta madrugada. Aunque aún no causa estragos graves, es cuestión de horas para que se repitan los escenarios ya conocidos: calles anegadas, tráfico detenido, servicio de transporte suspendido, y negocios que deben cerrar. Las lluvias nos recuerdan, año con año, la falta de preparación urbana. Aun cuando se sabe con anticipación que estos fenómenos ocurrirán, las autoridades no activan protocolos preventivos efectivos. Tampoco hay campañas de concientización para evitar basura en las calles, uno de los factores que más agravan las inundaciones. El fenómeno natural se convierte en crisis social cuando el Estado no cumple. La lluvia no puede evitarse, pero sí sus consecuencias. ¿Dónde están las obras prometidas? ¿Y la coordinación con Protección Civil? SLP no puede seguir improvisando su respuesta a la temporada más peligrosa del año.