Hace un mes, Tarik Skubal era una interrogante. Había quienes hablaban del peso del trofeo Cy Young que consiguió en 2024, de la presión que significa guiar a una organización con aspiraciones de postemporada. Pero anoche, con los reflectores encima y el equipo tratando de construir algo con lo que soñar, el zurdo no sólo tiró siete entradas: firmó una obra para el recuerdo de Detroit.
Detroit se adueñó de la pizarra 2-1 sobre Rangers para llegar a 26 triunfos en la temporada y una racha de cinco encuentros sin perder. Más allá de la frialdad de los números, está el cómo consiguieron la victoria.
Skubal retiró a los primeros 15 bateadores que enfrentó para que las alarmas de juego perfecto se encendieran en las distintas aplicaciones que siguen el día a día la actividad de MLB. Un sencillo de Josh Smith terminó con el encanto, pero no con la obra. El actual ganador del Cy Young en la Liga Americana ponchó a 12 y permitió apenas una carrera en lo que fue su cuarta victoria de la temporada. El zurdo controló los tiempos, los gestos, las pausas. Esa es la marca de un lanzador que ya está en otra conversación.
Esta última salida le permitió alcanzar los 50 ponches en sus últimas seis aperturas, sin permitir más de cuatro carreras en ninguna. Eso no lo había hecho nadie en toda la historia de MLB.
La ofensiva fue mínima pero puntual. Dilon Dingler pegó un doblete remolcador en la parte baja del segundo rollo que mandó a la registradora a Colt Keith. Detroit amplió la ventaja en el cuarto capítulo con sencillo de Keith.
La carrera de Rangers llegó en la apertura del sexto capítulo con sencillo de Sam Haggerty. Patrick Corbin se llevó la derrota en siete rollos de labor. Will Vest sumó su cuarto rescate.
